La propuesta de Javier Milei que Aliança Catalana quiere aplicar en Cataluña

Sobre la figura de Javier Milei, los analistas políticos con vocación de objetividad, están de acuerdo en torno a un punto: que su llegada al poder es la prueba de fuego para el discurso que él representa. Si Argentina resurge, la ideología libertaria se convertirá en un referente. Pero, si no se resurge, será la tumba de esta opción política.

Milei, el nuevo diapasón de la derecha

Dejando ahora al margen el muy particular caso de Argentina, lo que nos interesa apuntar es que Milei interpela a multitud de orientaciones ideológicas. Todas ellas en el espectro de la derecha liberal-conservadora y que, en el caso europeo, por el tema migratorio, es también identitaria.

En España, por ejemplo, Vox es el partido oficialmente aliado de Milei. Por su parte, el PP lo recibe con más moderación. Aunque algunas figuras como la presidenta Ayuso lo consideran todo un referente.

No es momento ahora de extenderse sobre todas las particularidades del discurso de Milei. Basta señalar su completa virulencia hacia la estructura política partitocrática, que él y sus seguidores consideran parasitaria. En realidad, esto es un subproducto de su visión del Estado como un ente que tiende a la corrupción. De aquí que el grueso de su actividad de gobierno consista en desmantelar la estructura estatal.

Jordi Aragonès se hace eco de una propuesta de Milei

Como decimos, el discurso de Milei encuentra una fuerte aceptación en el espectro liberal-conservador e identitario. En este sentido, Aliança Catalana no es una excepción. Jordi Aragonès, colaborador de esta casa, y uno de los ideólogos de AC aplaudía la siguiente intervención de Milei y pedía lo mismo para Cataluña:

“Eliminaremos el financiamiento público de los partidos políticos. Cada partido tendrá que financiarse con aportes voluntarios de donantes o afiliados propios”, decía Milei antes de que las tribunas del Congreso argentino estallaran en aplausos y vítores.

A propósito de estas palabras, Jordi Aragonès ha señalado lo siguiente: “hagámoslo en Cataluña, que cada partido se pague la campaña con donaciones voluntarias”. Y, acto seguido, añadía: “Ya basta de regalar financiamiento público a quien nos ningunea, insulta y desgobierna”.

Con la defensa de estas ideas, Aliança Catalana muestra una de sus líneas maestras: el antiprocesismo. En este sentido, la pugna que AC tiene con el establishment político y mediático catalán se debe entender, no como una lucha interna entre nacionalistas, sino como una enmienda a una estructura política. Si no, no se entenderían los constantes conflictos públicos que tiene Orriols con figuras de ERC y Junts, así como con la prensa subvencionada.