Dos hombres con trajes oscuros y lazos amarillos en la solapa, con una multitud y banderas de fondo.
POLÍTICA

El procesismo ya sueña con imitar al Frente Popular frances

Militants y dirigentes reclaman la unidad estratégica del independentismo

La victoria del Nuevo Frente Popular francés ha desatado la euforia de las élites globalistas y la extrema izquierda internacional. La alegría se ha dejado sentir especialmente en Cataluña. Líderes procesistas como Oriol Junqueras y Carles Puigdemont tuitearon tras conocer los resultados de las elecciones legislativas francesas, en las que la Agrupación Popular de Marine Le Pen se ha desplomado hasta la tercera posición.

Junqueras celebró la “derrota de la extrema derecha” a manos de “las fuerzas de tradición democrática”, y apeló a un “gobierno” del frente popular “para toda la sociedad y todos los pueblos que forman parte de la república”.

Puigdemont saldó cuentas pendientes con Le Pen y celebró que “los electores franceses” hayan sido “implacables” y hayan “hundido” al partido Agrupación Nacional “en una semana”.

Más allá de los líderes políticos, estas últimas horas se ha percibido una tendencia dentro de las bases y gente influyente dentro del procesismo. Creen que el ejemplo del frente popular francés debe inspirar la reconstrucción de la unidad independentista en Cataluña: se preguntan qué pasaría si en lugar de competir entre ellos los partidos procesistas se unieran e hicieran frente al sector constitucionalista y a la ultraderecha independentista.

Soñando con el frente popular catalán

Militantes y dirigentes de los partidos procesistas empiezan a soñar con un frente popular catalán. Como la diputada de ERC Mar Besses, que pide "tomar nota" de Francia y de como "la unidad estratégica es efectiva en momentos determinados para parara las políticas conservadoras y reaccionarias". También Julià de Jódar, exdiputado de la CUP y ahora en el barco de Puigdemont, llama a un "frente común independentista" con un programa "de centro izquierda" pactado con la "participación directa de las entidades independentistas".

Una parte importante del procesismo considera que la crisis actual del espacio es producto de la división entre partidos. Por eso apelan a la unidad estratégica como punto inicial para recoser el espacio y revertir la pérdida de confianza en las urnas. Junts aspira a ser el paraguas bajo el cual se produzca la reunificación del independentismo, mientras ERC sigue dudando entre hacer presidente a Illa o aglutinarse en una lista unitaria con Puigdemont.

El PSC también reivindica el Frente Popular

Pero no solo el procesismo, también el PSC reivindica la victoria del Frente Popular francés y lo pone como ejemplo para la investidura. Salvador Illa ha vuelto a apelar a la formación de un gobierno progresista en Cataluña, recurriendo al ejemplo francés: "La unión de los progresistas ha conseguido parar a la ultraderecha, tomemos nota, ahora más que nunca toca defender nuestros valor ante quienes no quieren hacer retroceder".

También los Comunes han querido felicitar al pueblo francés, argumentando que "es posible parar a la extrema derecha". En una intervención esta mañana, Joan Mena ha dicho que "la forma de parar a la extrema derecha es con un proyecto transformador de futuro como ha hecho el frente popular francés". Los Comunes llevan semanas presionando a Esquerra para que faciliten un gobierno tripartito en Cataluña. 

La pelota está ahora en el tejado de Esquerra, que saca pecho por los resultados en Francia para tapar su crisis interna. Mientras, sus bases y la dirección debaten si hacer presidente a Illa o forzar unas nuevas elecciones. Y en este caso, si juntarse con Puigdemont o jugárselo todo a la carta de Junqueras.

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