Abrazo entre Artur Mas y David Fernández delante de los medios en 2014
POLÍTICA

El procesismo decide vivir de recuerdos y aparcar el futuro

Artur Mas, David Fernández y Carme Forcadell se reencuentran. La idea era hablar de la hoja de ruta, pero sin una idea clara, miran al pasado y vuelve a abrazarse

No sé si les pasa a ustedes, pero cada vez más uno tira de recuerdos con sus amigos ahora que se sale menos y ya no quedamos cada fin de semana. Será la edad y la constatación que, en algunos ámbitos, tiempos pasados fueron mejores. Eso mismo le pasa a los partidos procesistas, que miran con melancolía lo sucedido entre 2014 y 2017. 

Este miércoles, 27 de noviembre, Sant Feliu de Guíxols acogió un acto con Artur Mas, David Fernández y Came Forcadell como protagonistas. La idea era presentar la segunda Conferencia Nacional para el Estado Propio. Lo organizaba Guíxol Decideix, vinculada a la ANC, y con la intención de recuperar esa unidad de acción independentista que realmente nunca fue tal y que solo coincidió por intereses electoralistas. Eso mismo sucedió en 2014, cuando los tres invitados eran protagonistas del Procés y de una consulta, la del 9N, de la  que la CUP y CiU se adueñaron y ERC se puso de perfil.

La charla entre quién fue President, el anterior diputado de la CUP y la presidenta de la ANC entonces, tenía el objetivo de mirar el futuro, pero no fue así. Durante casi las dos horas que duró el acto, la mayoría de discursos se basaron en lo sucedido desde 2012 y, especialmente, el 9 de noviembre de 2014.

"Debemos construir comarca a comarca, barrio a barrio, proyectos que nos definan como país", decía David Fernández. "El millón de votos independentistas no se ha ido. Lo que debemos hacer es recuperarlo", afirmaba Carme Forcadell. "Esta vez tenemos los mapas y la cartografía. No podemos decir que entramos en un terreno desconocido", añadió Artur Mas. 

Pocas recetas para el futuro más allá de proclamas a la unidad y al "espíritu del 9 de noviembre". Un acto -que pueden recuperar en vídeo completo, por cierto- que sirvió para demostrar la buena relación de David Fernández con Artur Mas y comprobar que la ANC sigue teniendo a Oriol Junqueras y a ERC como enemigo número uno.

Tornem-nos a abraçar

El acto, ejemplo del actual problema del procesismo

El encuentro entre Mas, Fernándenz y Forcadell es uno más de los que se van organizando por pueblos de Cataluña. Los aún miembros de la ANC, gente mayor sobre todo, es quien sigue reivindicando mientras la llama se va apagando poco a poco. Y lo del miércoles en Sant Feliu de Guíxols refleja los problemas actuales del procesismo: no hay hoja de ruta clara y se vive de un pasado que algunos recuerdan con nostalgia, pero que no sirvió de nada.

La CUP, Junts y ERC capitalizaron una ilusión de parte de la ciudadanía para mantener su posición privilegiada. Ahora, seis años después del uno de octubre, los actos para hablar de futuro acaban centrándose en abrazos icónicos, llamadas recibidas desde Madrid y pactos secretos. 

Es bien cierto que ninguno de los tres tiene ahora mismo responsabilidades políticas. Algunos dirán que es normal que recuerden el pasado, pero no es anecdótico, sino un síntoma de lo que sucede ahora mismo en el procesismo catalán. Ninguna de las tres formaciones tiene una hoja de ruta clara: la CUP se está refundando, Junts huy de la unilateralidad y ERC quiere volver al 2012. 

Vaya por delante que el independentismo es una opción legítima, más faltaría. El problema es que los actuales actores políticos, los partidos procesistas, se han instalado en el pasado, en el recuerdo de algo que no fue y que hasta el president Montilla afirma que no volverá. Hubo un día que los anticapitalistas y la burguesía catalana se abrazaron, solo eso.

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