Montaje de Gabriel Rufían y Carles Puigdemont con una bandera de Galicia de fondo
POLÍTICA

El procesismo va con todo y juega su partida en las elecciones gallegas

La prensa procesista pone en valor la figura de Ana Pontón, mientras ERC y Junts esperan una victoria de la izquierda gallega para afianzar el relato de la amnistía


Este domingo 18 de febrero los gallegos están llamados a las urnas para escoger su parlamento. Las cartas están encima de la mesa: o el PP revalida la mayoría absoluta o Ana Pontón del BNG presidirá la Xunta de Galicia. No hay más: el PSOE gallego se ha convertido en mera comparsa, Sumar tiene muy complicado entrar en el parlamento y Vox ni está ni se le espera. Dos actores, pues, se juegan su futuro este domingo, aunque hay muchísimo en juego, también en Cataluña.

Aunque algunos disimulan, el procesismo vive con cierta esperanza el resultado de las elecciones gallegas. Si el PP pierde la mayoría absoluta significará un respiro para Pedro Sánchez y sus socios hasta las europeas. Afianzaría cierto discurso de la España plurinacional y de que la amnistía no pasa factura a Frankenstein, por lo menos en Galicia. Y crean que algunos se están esforzando desde Cataluña para que esto suceda.

Este lunes Ana Pontón era entrevistada por Jordi Basté en directo en RAC1, algo de por sí ya un poco extraño. Más que nada porque no habrá más candidatos que pasen por el programa de Basté y por qué Cataluña, a priori, no se juega demasiado en las elecciones gallegas. Aun así, cada mañana podemos escuchar a Antón Losada valorar la campaña gallega desde su óptica de izquierdas y próxima al BNG. Basté no está solo, varios artículos en la prensa procesista también toman partido y ponen su granito de arena para que Pontón y el PSOE gobiernen en Galicia.

Montaje con un primer plano de Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, los dos con cara seria

No hay que olvidar que el Bloque Nacionalista Galego es aliado no solo de los socialistas, también de ERC, con quien se presenta conjuntamente a las elecciones europeas. Su relación con Junts también es buena, aunque el bloque tiene un carácter marcado de izquierdas, mientras que Puigdemont carece de ideología. Eso sí, hay más interés en Cataluña para apoyar al BNG que al revés.

El BNG esconde a sus amigos catalanes

El procesismo quiere vender la victoria de Ana Pontón como suya. A falta de alegrías propias -no ganan unas elecciones desde las europeas de hace cinco años- toca celebrar las ajenas. Les iría de perlas para hablar de las dos Españas, de la diferencia entre Madrid y el resto y del fracaso de Feijóo. 

Lo curioso es que el BNG ha decidido esconder sus alianzas con Esquerra y Bildu, así como sus simpatías con Puigdemont. No hemos visto a Junqueras en campaña, como si hizo en el País Vasco en julio, ni veremos a Rufián pasearse por Pontevedra o Vigo. El BNG sabe que Cataluña distorsiona el debate, que aleja el foco de lo que quiere Ana Pontón. Una foto al lado de ERC o de Junts no le aporta nada y la evitará, aunque sus socios esperen con impaciencia su victoria.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo en la celebración del Foro la Toja Vinculo Atlántico

El procesismo también se la juega domingo. Una derrota popular daría alas al relato de la amnistía, también para Pedro Sánchez. Aunque el PSOE haya decidido pasar a ser residual en Galicia, aunque el PP quizás pierde la mayoría absoluta por un solo escaño. De hecho, es algo muy procesista, lo de jugar batallas que no son de uno y celebrar las victorias de otros mientras aquí "qui dia passa, any empeny".

Lo que no tienen en cuenta es que una derrota del PP pondría a Feijóo contra las cuerdas y, de momento, el líder del PP está siendo su mejor aliado. No hay que olvidar que Junts y populares mantienen una vía de comunicación y que Feijóo no sabe aún qué postura tener con el procesismo. A veces, algunas victorias, a primera vista, esconden problemas mucho mayores. Si yo fuera Junqueras o Puigdemont, prefería el gallego a Isabel Díaz Ayuso, la verdad.

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