Dos hombres con expresión seria en un entorno de sala de reuniones con una bandera catalana de fondo.
POLÍTICA

El procesismo busca renacer en las municipales de 2027, con Aliança Catalana acechando

Barcelona, Ripoll, Manresa, Lleida y Girona, entre las prioridades de ERC y Junts

Las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023 marcaron el inicio de la gran crisis que arrastran los partidos procesistas. Una crisis que llevó a ERC y Junts a la fractura, y a sendos congresos nacionales para renovar direcciones y estrategias. Una vez afianzado su poder, Oriol Junqueras y Carles Puigdemont se marcan las municipales de 2027 como horizonte para renacer.

Republicanos y postconvergentes tienen un importante reto por delante. ERC se llevó la peor parte, ya que pasó de primera a tercera fuerza respecto a las municipales de 2019. Perdió 300.000 votos y pasó de tener 359 alcaldías a 329.

imagen del mítin final en Barcelona de Esquerra Republicana con Oriol Junqueras, Pere Aragonès, Laura Vilagrà i Ernest Maragall

La sangría fue menor para Junts, que también perdió votos pero no tantos, y su problema fueron los pactos postelectorales. La catastrófica estrategia dirigida por Jordi Turull les hizo pasar de 370 alcaldías a 329. Junts perdió buena parte de su poder territorial, tanto en los ayuntamientos como en las diputaciones.

Además, las municipales de 2023 alumbraron el auge de Aliança Catalana que ha hecho más mella en los partidos procesistas. ERC y Junts ven las elecciones municipales de 2027 como trampolín para las catalanas de 2028. Serán importantes también para ganar músculo en plena recomposición de los espacios políticos en Cataluña.

Crecer desde el territorio, la estrategia de Junqueras

Oriol Junqueras se encuentra en plena batalla para culminar el control del partido a través de las organizaciones territoriales. No está siendo una tarea sencilla, dada la división que reina entre los republicanos. Junqueras ha tenido que negociar con la oposición interna en Gerona, y ha visto aparecer listas alternativas en Barcelona y Tarragona.

Consolidar su poder será el paso previo necesario para empezar a preparar las elecciones de 2027. Junqueras consiguió ser reelegido gracias a una candidatura basada en el músculo municipalista. Su estrategia de reconstrucción parte de la convicción de que el partido debe crecer desde los municipios como hizo en su momento la CUP.

Barcelona será un feudo fundamental para las aspiraciones de ERC de volver a ser protagonista en la política catalana. Por eso han renunciado a entrar en el gobierno de Collboni, que hubiera desgastado demasiado a los republicanos. ERC se disputara en Manresa la hegemonía con Aliança Catalana, y quiere recuperar impulso también en Tarragona y Lérida.

Durante estos dos años que quedan para las municipales, Junqueras pondrá en marcha su estrategia de captación de nuevos militantes. Quiere construir el nuevo partido desde abajo y ensanchar la base abriendo las puertas a sector no independentistas.

Junts, con un ojo puesto en Aliança Catalana

Las municipales de 2027 estarán marcadas por el enfrentamiento entre Junts y Aliança Catalana. Jordi Turull no quiere cometer los mismos errores que hace dos años y ha convocado una convención municipalista el próximo diez de mayo. Junts reunirá a alcaldes, concejales y cabezas de lista para empezar a preparar los comicios.

Primer plano de Sílvia Orriols con la bandera catalana de fondo

El campo de batalla entre los postconvergentes y los identitarios serán las comarcas de interior, y en especial ciudades como Manresa o Vic. Los pactos postelectorales serán también muy importantes, porque una alianza Junts-AC podría desbancar a la izquierda. Ripoll, Manlleu, Girona, Olot o Lleida son otras plazas importantes para los juntaires.

Así mismo, Junts quiere ampliar su mayoría en feudos como Figueres, Martorell, Calella y Cabrera de Mar. Estas alcaldías han sido pioneras en el giro conservador de la formación en seguridad e inmigración. Su consolidación y extensión a otros territorios ayudará a Junts a neutralizar la amenaza de Aliança Catalana de cara a la carrera hacia la Generalitat. 

Junts también tendrá que decidir el relevo de Xavier Trias en Barcelona y diseñar la estrategia para recuperar la alcaldía en la capital. Lleida será el escenario perfecto para batirse con el PSC, mientras que Puigdemont sueña con volver a gobernar en Girona.

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