El 'procés' se traslada a Europa

Tras muchos años sufriéndolo en Cataluña, en los últimos meses hemos visto como el ‘procés’ se ha trasladado al Congreso. Y ahora, ya ha dado el salto definitivo a Europa. Este miércoles, el debate sobre la amnistía se ha trasladado al Parlamento Europeo, donde partidarios y contrarios a la ley que el PSOE ha pactado con ERC y Junts se han enzarzado en una batalla dialéctica que ha durado unas dos horas.

El procesismo siempre apostó por poner el ‘procés’ bajo la lupa europea. Frases como “Europa no lo va a permitir” o “la guerra judicial se librará en Europa” han sido recurrentes en los últimos años. Ha hecho falta que el PSOE les conceda la amnistía a los políticos perseguidos por organizar el referéndum del 1 de octubre para que esto ocurra. Y aunque, si bien es cierto que el independentismo institucional se puede apuntar el tanto de que se haya debatido sobre esta cuestión en el europarlamento, seguramente no se ha hecho en los términos que ellos preferían.

Y es que el Parlamento Europeo no ha debatido sobre la posible independencia de Cataluña o sobre si el referéndum de 2017 tiene más o menos validez -en los últimos años, ERC y Junts ya han dado muestras evidentes de que no tenía ninguna-. Ha sido la polémica ley de amnistía lo que se ha puesto a debate. Y lo que ha quedado claro es que Europa, ahora sí, vigilará de cerca la evolución de esta cuestión.

Didier Reynders, consejero europeo de Justicia, dejó claro que la Comisión Europea analizará “de forma independiente y objetiva” la ley de amnistía. Y lo hará vigilando “de cerca” su evolución, para “verificar su compatibilidad” con los “valores fundacionales de la UE”. Todo ello, cuando se conozca el texto final de la normativa que impulsa Pedro Sánchez junto a sus socios procesistas.

Lo que está claro es que Europa ha puesto sus ojos sobre la gran concesión socialista a ERC y Junts a cambio de los votos que necesitaba para ser investido. Y, aunque se trate de un tema interno de un estado miembro, no esto no impide que la UE lo “vigile de cerca”, como ya ha hecho en anteriores ocasiones con Polonia o Hungría.