Crisis en Vox: Espinosa de los Monteros abandona el partido

Primeras consecuencias de la decepción electoral de Vox. Iván Espinosa de los Monteros, portavoz del partido y hombre fuerte de Abascal, ha anunciado que deja Vox y se va de la política. El diputado abandona decepcionado por los últimos resultados y por el prorgesivo alejamiento de la cúpula del partido.

Espinosa de los Monteros llegó al partido de la mano de Santiago Abascal. Procedía de la Fundación Denaes, participó en la fundación de Vox, y en cuestión de poco tiempo se convirtió en uno de los imprescindibles. La marcha de Macarena Olona acabó de catapultarle como líder en el Congreso.

Su voz se convirtió en la bandera del partido contra el Gobierno frankenstein en el Congreso de los Diputados. Su figura alcanzó tal popularidad que ha sido junto a Abascal la cara visible de la última campaña. Su debate con el resto de portavoces en TVE fue muy bien valorado. 

Enfrentamiento con Abascal

Pero en estos últimos tiempos también se ha abierto una grieta entre él y otros dirigentes. Espinosa de los Monteros siente que Vox se ha alejado mucho del partido que él ayudó a fundar, y ha tirado la toalla. Las relaciones con Abascal están totalmente rotas.

Según fuentes internas citadas por El Mundo, Espinosa de los Monteros y Santiago Abascal llevan dos meses sin hablarse. Su única comunicación consiste en tímidos intercambios de mensajes. El origen estaría en discrepancias sobre la orientación ideológica del partido y la remodelación orgánica que ha impulsado Abascal.

El recelo de Espinosa de los Monteros se acrecentó con la promoción de nuevos dirigentes en la cúpula de Vox, y la consolidación de la línea ideológica dura. Él lideró una corriente liberal y posibilista dentro del partido. Pero fue quedando arrinconado por la línea conservadora, muy influenciada por corrientes religiosas.

Abascal busca un nuevo líder

El portavoz de Vox también criticó la estrategia de Vox tras los resultados del 28-M. Advirtió del exceso de confianza que aquellos días se instaló en las sedes tanto de Vox como del PP, y avisó de que el “sanchismo” no estaba muerto. En Bambú no le hicieron caso.

El partido adquirió entonces un tono más duro en su competencia con el Partido Popular, algo que Espinosa de los Monteros vio como un freno. Sus sospechas se confirmaron el 23-J. Pero el diputado no ve posibilidades reales de un cambio de orientación en la cúpula, y ha dicho basta.

Espinosa de los Monteros deja la política para volver a la actividad privada. Ahora Santiago Abascal deberá encontrar a un nuevo líder, con el reto de iniciar una renovación interna que cada vez se hace más inevitable. De ello dependerá el futuro de esta formación.