'¿Qué es una mujer?': la pregunta que hacemos a Igualdad y que no nos saben responder

Hemos vuelto a preguntar qué es una mujer y la respuesta sigue siendo la misma: ninguna. En esta ocasión, se ha concluido que “el ser mujer solo lo puede decir quien se siente mujer”. Con esta, ya es la segunda llamada que hacemos desde E-Notícies para aclarar el concepto.

Una pregunta clara

Como todas las preguntas simples, la pregunta “¿Qué es una mujer?” puede poner contra las cuerdas. Sobre todo a los que usan muy habitualmente el concepto. E-Notícies lo comprobó cuando uno de sus colaboradores, Octavio Cortés, llamó al Ministerio de Igualdad para hacer esta pregunta.

La respuesta fue que “mujer es quien se siente mujer”. Algo a lo que el propio Cortés responde diciendo que eso es una definición circular. Porque no se aclara el concepto, sino que se hace depender de otra cosa: de la percepción de uno mismo.

Esto abre una situación compleja en la que el sentimiento se convierte en realidad. Porque, efectivamente, si ser mujer es sentirse mujer, entonces lo determinante es el sentimiento y no la realidad. En el caso de la llamada al Ministerio, la cuestión se zanjó insistiendo en que la identidad está afectada por factores “psicosociales”.

Nueva llamada y misma pregunta

“El tema de la identidad de género no es algo estático”, dicen desde el Gobierno de las Baleares en esta ocasión. Y que no sea estático es lo que, para la ideología trans, explica que el género sea fluido. Pero ante la pregunta de qué es una mujer, la respuesta es la misma: silencios y ampliaciones del concepto.

“Hay muchos tipos y muchas formas de ser mujer”, responde la funcionaria. Nuevamente, lo que sea o no una mujer permanece sin aclarar. Acto seguido, se habla de “identidad de género”, que viene a ser otra manera de decir lo mismo: la identidad depende de lo que yo sienta.

En un momento dado, la trabajadora del Departamento LGTBI de las Baleares admite que “yo no tengo respuesta a lo que es una mujer”. “¿No tiene respuesta a lo que es una mujer?, pregunta Cortés. “No, claro que no”, le responden.

Al fin y al cabo, se trata de un subjetivismo radical: “El ser mujer solo lo puede decir la persona que se considera mujer”. “¿Pero yo no puedo decir que mi madre es una mujer?”, preguntamos. “Lo puede decir ella”, concluyen.