Primer plano de la líder del PP Isabel Díaz Ayuso con mirada de sorpresa

POLÍTICA

El 'efecto Ayuso' descoloca al PP

Génova blindará a Feijóo en la manifestación del domingo

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado el primer sondeo desde las elecciones del 23-J. Hay un dato llamativo, y es la popularidad que cosecha Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid es ya la favorita de muchos votantes del PP para ocupar la Moncloa.

Hace tiempo que un sector del partido ha dejado de confiar en Alberto Núñez Feijóo, y que ve a Ayuso como la nueva líder de la derecha. Según el CIS, un 13,8% de los votantes del PP prefieren a la presidenta madrileña como próxima presidenta del Gobierno. Algo muy llamativo, porque Ayuso es la única que figura en las encuestas sin ser presidenciable.

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Si contamos los votantes de todos los partidos, Ayuso llega al 5% en este barómetro y supera por primera vez a Santiago Abascal. La encuesta añade más presión a la dirección del Partido Popular. El “efecto Ayuso” descoloca a la derecha en vísperas de la gran manifestación contra la ley de amnistía, este domingo 24 de septiembre.

La favorita 

El PP se encuentra en la diatriba de qué hacer con Isabel Díaz Ayuso. Es evidente que no pueden desaprovechar su popularidad en estos momentos de rivalidad con la extrema derecha de Vox. Pero al mismo tiempo creen que aún no ha llegado su momento y temen que ensombrezca a Feijóo.

Plano americano de Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso en un acto en plena calle de Madrid

Según las encuestas, el gallego sigue siendo de largo el favorito de los populares para la Moncloa. Pero llama la atención que Ayuso sea la única presidenta autonómica que aparece en las encuestas sobre la presidencia del Gobierno de España. Según el CIS, no se trata de un capricho suyo sino que son los propios encuestados los que mencionan a Ayuso aunque no aparezca en las preguntas.

El histórico demuestra que su popularidad se ha disparado desde las elecciones del 28-M. La decepción del 23-J y la gestión de la crisis con Vox y de la afrenta PSOE-Junts ha limado el capital político de Alberto Núñez Feijóo. Ayuso, en cambio, no deja de ganar adeptos en todo el espectro de la derecha.

Ayuso, en un segundo plano

Isabel Díaz Ayuso intervendrá este domingo como anfitriona de la manifestación contra la amnistía celebrada en Madrid. El PP quiere blindar a Feijóo arropándolo con un ejército de  10.000 militantes y dándole todo el protagonismo en los parlamentos. Génova quiere evitar por todos los medios los gritos de ‘Ayuso, Ayuso’.

En el PP de Madrid aceptan el papel secundario conscientes de que el momento de Ayuso aún no ha llegado. Será difícil, sin embargo, contener la euforia desatada a su alrededor. No hay que olvidar que el PP convocó la concentración a regañadientes después de que Ayuso saliera públicamente a respaldar el órdago de José María Aznar.

Aunque quieran evitarlo, los dirigentes populares saben que el 24-S será un termómetro para calibrar la pugna en la cúspide del partido. Habrá que ver el grado de aceptación de Feijóo en su momento más bajo. Y hasta qué punto existe o no el “efecto Ayuso”.

Líder de la nueva derecha

Hasta ahora, ningún líder de la derecha se ha mostrado tan contundente como Ayuso sobre las negociaciones entre el Gobierno y Puigdemont. “Puigdemont ha puesto de rodillas a Pedro Sánchez y le trata como a un siervo”, dijo. Para muchos, es la gran esperanza para refundar el espacio conservador.

Plano medio de Alberto Núñez Feijóo lanzando un beso al aire con la mano, Cuca Gamarra aplaudiendo e Isabel Díaz Ayuso mirando de reojo a Feijóo

Ayuso reúne las condiciones perfectas para volver a unir el espacio de la derecha dividido entre un PP demasiado blando y un Vox cada vez más sectario. La suya es una figura de consenso, con la dureza suficiente pero sin excesos. Una candidata que podría atraer a votantes de Vox y movilizar al electorado del PP.

En Génova, sin embargo, quieren gastar el último cartucho de Feijóo. Ayuso podría ser una buena opción dentro de cuatro años, para plantar cara a un Gobierno desgastado por la aventura con Puigdemont. Si hay repetición de elecciones el próximo 14 de enero, Feijóo podría tener su última oportunidad.