El PP mueve ficha para presidir la Mesa del Congreso

Volantazo de última hora de Alberto Núñez Feijóo para llegar a la Moncloa. El presidente del PP ha decidido explorar la vía del apoyo del PNV para asegurarse una mayoría en la Mesa del Congreso. Contradice así a un sector importante del partido que opta por enrocarse en la mayoría de los 171 diputados y esperar a que el bloque de izquierdas no sume.

El miedo a perder los diputados de Vox había disuadido al PP de buscar el apoyo del PNV. Se impuso así una estrategia conservadora consistente en mantener la mayoría sobre el bloque de izquierdas y esperar un pinchazo del PSOE. Pero algo ha cambiado en las últimas horas. 

El PP estaría dispuesto ahora a obtener el apoyo de los vascos. No lo tendrá fácil, ya que el PNV ha dejado claro que no apoyará al bloque de la derecha mientras esté Vox ahí. Feijóo, dispuesto a pasar a la ofensiva, tendrá que ofrecer a los jertzales algo realmente tentador como la presidencia del Congreso.

Carambola a tres

Hasta ahora todo parecía claro: la derecha no sumaba y todo quedaba en manos de los diputados de Junts. Pero un eventual apoyo del PNV al PP lo cambia todo. 

Esto beneficiaría al PP, que conseguiría la mayoría de la cámara y daría un paso importante para la investidura de Feijóo. También al PNV, que no solo conseguiría una presidencia histórica de la cámara sino que además ganaría terreno frente a Bildu. Y es que con el Gobierno Frankenstein, los abertzales han hecho el sorpasso al PNV por primera vez.

Pero la situación beneficiaría también a Junts, que ampliaría su margen de negociación para conseguir sus prebendas. Por un lado, Waterloo no se cierra a negociar su abstención aunque sea con los populares. Por otro lado, el peligro de una mayoría conservadora sube inmediatamente el precio de las negociaciones con el PSOE.

Presión al PNV

Pero la prioridad de los populares siguen siendo los nacionalistas vascos. La presencia de Vox es el principal escollo para el partido que dirige Andoni Ortuzar, pero en Génova son optimistas y hay varias razones para ello. 

En primer lugar, el PNV ve las políticas fiscales y laborales del Gobierno Frankenstein como un peligro. No hay duda de que en materia económica los jertzales están más cerca del bloque conservador que de una izquierda arrastrada por Podemos. El partido ya ha empezado a recibir presiones de los empresarios vascos para que apoye a Feijóo.

En segundo lugar, el protagonismo de EH Bildu en esta última legislatura ha causado el retroceso del PNV. Estos podrían recuperar la iniciativa y dar un golpe en la mesa con la presidencia del Congreso. El único temor de los jertzales es que el PSE y Bildu pongan en marcha una campaña en el País Vasco contra el PNV por ir con Vox.