El PNV se harta de Frankenstein y Feijóo sonríe
Las autonómicas vascas de 2024 podrían ser clave
El enésimo portazo del PNV ha acabado con las esperanzas de Alberto Núñez Feijóo de ser investido como presidente. Pero el candidato popular no cierra del todo la puerta a la “vía vasca” para llegar a la Moncloa. Génova traza una estrategia a largo plazo que tiene como fecha clave las elecciones vascas de 2024.
El PP da por hecho que Alberto Núñez Feijóo perderá el debate de investidura, y confía en que las negociaciones del PSOE con Junts descarrilen. Esto abriría un nuevo calendario, propicio para acercar al PNV al bloque de la derecha. Algo nada descabellado, teniendo en cuenta el hartazgo de los jertzales hacia el Gobierno Frankenstein.
La clave está en la rivalidad entre el PNV y EH Bildu. Entre los nacionalistas vascos se extiende la sensación de que el Gobierno Frankenstein beneficia más a los abertzales y desnaturaliza a su formación. Si en las vascas del año que viene se confirma el sorpasso de los de Arnaldo Otegi, podría empezar el viraje del PNV.
PNV versus Bildu
En Génova tienen claro que el contexto actual impide un acercamiento del PNV al terreno de Feijóo. Por un lado está el perjuicio que supondría para los nacionalistas vascos una alianza con un gobierno con Vox. Por otro lado, quieren aprovechar para arrancar al PSOE un compromiso de reforma territorial.
La estrategia del PNV está condicionada por su competencia con Bildu. El apoyo a los abertzales se ha disparado bajo el paraguas del Gobierno de Pedro Sánchez, hasta el punto de convertirse en socios preferenciales. El PNV quiere remontar consiguiendo del PSOE más concesiones que los de Otegi.
No en vano el lehendakari Ínigo Urukull ha salido a defender ahora el Estado plurinacional. El PNV quiere aprovechar su posición institucional en el Gobierno vasco para presionar al PSOE y desplazar a los abertzales. Pero, ¿y si Bildu gana las elecciones autonómicas?
Todo puede cambiar
En el PP creen que la posición actual del PNV es coyuntural, y está condicionada por la batalla con Bildu. En realidad, con el “sanchismo” Bildu juega en terreno amigo mientras que el PNV siempre partirá en desventaja. Las políticas sociales cada vez más ambiciosas van contra la propia naturaleza de los jertzales.
De hecho, amplios sectores empresariales han estado presionando al partido de Andoni Ortuzar para apoyar a Feijóo y ayudar a estabilizar la economía. Si en unos meses Bildu gana las elecciones en el País Vasco, todo cambiará.
El PNV se verá entonces tentado a dar un volantazo para distanciarse de los de Otegi e iniciar su propio camino. Una alianza con el PP podría ayudar a recuperar al votante conservador cansado de rendirse a las políticas económicas de Podemos y Bildu. Una derrota electoral aceleraría la ruptura con el “sanchismo”.
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