El plan de Pedro Sánchez para presionar a Puigdemont

En Ferraz ya ven más cerca la investidura de Pedro Sánchez. Aunque las negociaciones de verdad con Junts aún no han empezado, ven con optimismo la comparecencia esta semana de Carles Puigdemont en Bruselas. Creen que el líder independentista se abre a negociar, y que además abre la puerta a rebajar sus pretensiones.

Pero en el PSOE también son conscientes de que se enfrentan a un hueso duro de roer. Es por eso que en el equipo de Pedro Sánchez trazan una estrategia en paralelo para atar los votos de los de Puigdemont. El plan consiste en abaratar el precio de la investidura gracias al apoyo de Coalición Canaria (CC).

Si los canarios dan su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, este ya no necesitará el sí de Junts, sino solo su abstención. El PSOE podrá entonces negociar con los separatistas catalanes con una mayor posición de fuerza. Este es el plan para ablandar a Puigdemont.

El plan canario

Coalición Canaria se ha alineado con el bloque de la derecha para apoyar la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Pero en el PSOE no descartan atraerles a su terreno si satisfacen sus demandas históricas. Creen que para los canarios lo relevante es su agenda territorial, y que esto facilita las negociaciones.

Si la investidura de Feijóo fracasa (cosa muy probable), los canarios podrían entonces valorar su entrada en el bloque “sanchista” para obtener sus demandas. El voto canario haría que Sánchez solo necesitara la abstención de Junts. Y entonces las negociaciones con Puigdemont cambiarían sustancialmente.

Los independentistas catalanes piden la amnistía y el referéndum a cambio del sí. Pero si Sánchez ata el apoyo de los canarios y va a ver a Puigdemont con 172 votos, el catalán tendrá menos argumentos para la intransigencia. El PSOE trabaja ahora con esta idea.

Optimismo en Ferraz

Coalición Canaria es uno de los partidos más flexibles del Congreso, ya que fluctúa de izquierda a derecha en función de sus intereses. Su propio líder, Fernando Clavijo, advirtió de que su posición no estaba cien por cien fijada. Inicialmente darán su voto a Feijóo, pero no descartan cambiar si la investidura fracasa.

El PSOE seguirá necesitando el apoyo de los diputados de Junts, pero ya no como un ‘sí’, sino como una abstención. Los socialistas dan por sentado que tendrán que conceder algunas demandas a los independentistas catalanes. Pero la abstención siempre supone un compromiso menor, y por lo tanto menos exigencias.

Ferraz quiere suavizar así el contexto de las negociaciones y acallar las voces críticas en la judicatura y dentro de su partido. De todos modos, Sánchez no empezará a negociar hasta que la investidura de Feijóo fracase. Entonces pondrá en marcha su plan, que va de Canarias a Bruselas pasando por Cataluña.