Plano medio de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz de perfil, mirándose fíjamente y sonriendo. Yolanda Díaz coge del hombro a Pedro Sánchez mientras le da una muestra de cariño con la mano en la mejilla
POLÍTICA

Pedro Sánchez hasta 2028

La mayoría en el Tribunal Constitucional, la afinidad con Sumar y la baja actividad legislativa permitirán al PSOE agotar la legislatura

Pedro Sánchez será investido presidente esta semana, y gobernará con una sopa de letras aún más complicada que en la anterior legislatura. PSOE y Sumar gobernarán en coalición con el apoyo de ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria. Esto plantea la duda razonable de si podrán agotar la legislatura.

La impopularidad de medidas como la ley de amnistía y la permanente espada de Damocles de Junts hacen prever una gran inestabilidad. En Ferraz son conscientes de las dificultades con las que arranca este gobierno: con las calles en contra, la oposición en pie de guerra, y el botón nuclear en poder de Puigdemont.

Pero los socialistas también tienen claro que ya han conseguido lo más difícil, y que ahora tienen motivos más que de sobra para el optimismo. Pedro Sánchez tiene un plan para gobernar sin sobresaltos cuatro años más. Es más, cree que esta legislatura reforzará al PSOE y debilitará a la derecha en la oposición.

El efecto Yolanda Díaz

El primer motivo para el optimismo es la derrota de la dirección de Podemos en manos de Yolanda Díaz. Con Pablo Iglesias, Irene Montero y Pablo Echenique, desaparecen los principales elementos de tensión en la coalición. La afinidad entre PSOE y Sumar, y entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, es fundamental para la estabilidad.

El principal peligro es que los diputados de Podemos acaben rompiendo con Sumar, algo que podría suceder en las europeas del año que viene. Esto dejaría descolgados a cinco diputados, que podrían incluso votar en contra de las leyes del gobierno. Por eso en Ferraz han dado instrucciones a Yolanda Díaz para que mantenga a raya los díscolos.

La clave estará en el TC

La clave de la legislatura está en el Tribunal Constitucional, que tendrá que pronunciarse sobre la ley de amnistía. Si la declara inconstitucional y no puede salir adelante, la alianza con Junts puede irse al garete. Pero si los jueces avalan la amnistía, la izquierda tendrá asegurado el apoyo de los independentistas durante los próximos años.

Pese a que en España hay separación de poderes, es evidente que la mayoría de jueces progresistas en el TC (siete a cuatro) juega a favor del PSOE. Los magistrados del alto tribunal ya han advertido al PSOE de que no aceptarán injerencias políticas. Pero ahora mismo parece poco probable que vayan a tumbar la ley.

Leyes de baja intensidad

Otro motivo de inestabilidad podría ser la división ideológica de los socios de gobierno. La entrada de Junts en el ecosistema, y la tensión creciente entre Bildu y PNV, son elementos de preocupación. La izquierda (Podemos, ERC, Bildu, BNG) y la derecha (PNV y Junts) podrían tensar la coalición.

Pero aquí PSOE y Sumar tienen también una ventaja, y es que las leyes más ideológicas como la reforma de las pensiones y la Ley Trans ya salieron adelante. El plan consiste ahora en desarrollar las leyes aprobadas en la anterior legislatura y mantener una baja actividad legislativa. Se aprobarán leyes de consenso como subir el SMI, más becas y refuerzo de la Sanidad.

Presupuestos aprobados

En Ferraz tienen claro que lo más difícil serán los dos primeros años de la legislatura. La tensión en las calles y el cumplimiento de los acuerdos con Junts y PNV pondrán a prueba la fiabilidad del gobierno. La ventaja para Sánchez es que el gobierno necesita tanto a nacionalistas e independentistas, como ellos al gobierno.

Hay otro punto a favor, y es que los acuerdos de investidura incluyen la aprobación de los presupuestos para el primer año. Las cuentas son el principal factor de estabilidad de una legislatura. Así que tener los presupuestos de 2024 ya aprobados da tranquilidad al Ejecutivo para ponerse en marcha.

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