Plano medio de Marta Roviera junto a Oriol Junqueras
POLÍTICA

El plan de ERC para dejar en evidencia a Carles Puigdemont

Siguen avanzando sigilosamente las negociaciones para la constitución de la Mesa del Parlament

El próximo lunes se constituirá la Mesa del Parlament y las negociaciones entre los partidos siguen avanzando. Lo hacen sigilosamente para no entorpecer la campaña para las elecciones europeas. Y, seguramente, no se conocerán los acuerdos hasta el mismo lunes por la mañana. Pero las conversaciones están ahí.

En el centro de las mismas está Esquerra, que a pesar del batacazo electoral del pasado 12 de mayo, tiene en sus manos la posibilidad de decantar la primera gran votación de la legislatura en Cataluña. Si todo el mundo vota a su propio candidato, será el PSC quien consiga presidir la Mesa. Sin embargo, el juego de pactos hace que el escenario sea incierto. Tanto, que aún siendo la fuerza política más castigada el 12-M, los republicanos podrían hacerse con este preciado cargo.

ERC ya escucha ofertas del PSC y de Junts. Los juntaires quieren que Carles Puigdemont sea el primer candidato a someterse a la primera sesión de investidura, prevista para el 25 de junio. Y, para ello, necesitan “controlar” este órgano, ya que es el presidente del Parlament quien propone los candidatos para la investidura. Así pues, pueden ofrecer un pacto a ERC para que los republicanos presidan el Parlament a cambio de que propongan a Puigdemont como primer aspirante para la investidura.

Plano general del Parlament de Catalunya con los diputados votando una moción

Cada vez hay más voces dentro de Esquerra que ven bien esta opción. Por un lado, les permitiría asumir el segundo cargo institucional más importante de Cataluña. Y, por el otro, podrían dejar en evidencia a Carles Puigdemont. Los republicanos no tienen claro que el expresident cumpla con lo prometido y vuelva para esta investidura, sobre todo, teniendo en cuenta que la aplicación de la amnistía todavía no está del todo clara.

En cualquier caso, aunque lo haga, Puigdemont difícilmente será proclamado president de la Generalitat. Porque, para ello, necesita una improbable abstención del PSC, que ya ha dicho por activa y por pasiva que no piensan permitir que Junts vuelva a la Generalitat tras haberles superado claramente en las elecciones. Por lo tanto, la estrategia de Esquerra pasaría por permitir todos estos sucesos para evidenciar que el plan de Puigdemont no va a ninguna parte.

Con este escenario, ERC podría vender públicamente que han hecho todo lo posible para que Puigdemont sea presidente, esquivando así las ya habituales acusaciones de traidores por parte de la bancada juntaire. Y, de paso, esto permitiría abonar el terreno para acabar votando a favor de la investidura de Salvador Illa. 

Primer plano de Carles Puigdemont con la mano en la frente y cara de preocupación

De este modo, los republicanos sacarían rédito de su pacto con Junts para la Mesa (quedándose con la presidencia de la misma) y del pacto para la investidura del PSC (que pasaría por mejorar financiación, traspaso de competencias y alguna que otra contrapartida más que los socialistas pudieran asumir fácilmente -es decir, descartando el referéndum-).

Aunque serán los militantes de ERC los que acaben validando -o no- el plan definitivo del partido, este escenario empieza a gustar en las filas republicanas. Ganarían un buen cargo, conseguirían varias contrapartidas interesantes para ellos en la investidura, podrían vender un buen relato tras su derrota el 12-M, noquearían a Puigdemont y, lo más importante, evitarían una repetición electoral que sería desastrosa para los intereses del partido de Oriol Junqueras. Y es que los trackings internos de los partidos auguran otra caída de los republicanos en el caso de volver a las urnas.

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