Pilar Rahola estalla al ver a dos mujeres con burka en Barcelona
La tertuliana lleva años denunciando la amenaza islamista en el mundo occidental
Si hay una figura pública en Cataluña que lleva años denunciando la amenaza islamista en el mundo occidental esa es Pilar Rahola. En 2011 escribió un libro pionero sobre esto, La República Islámica de España, y desde entonces ha levantado la voz contra la opresión de la mujer en las comunidades musulmanas. Esto le ha colocado en el foco de los ataques de la izquierda, con calificativos como islamófoba.
Pero Pilar Rahola no se calla, y ahora acaba de utilizar sus redes sociales para denunciar lo que ha visto en las calles de Barcelona. “Segunda mujer en burka caminando por el Eixample en dos días”, ha tuiteado, “la de hoy era un espectro toda tapada de negro con guantes y gafas negras para que no se le viera la mirada”. Según ha descrito, “la de ayer cargaba sobre el burka un niño y arrastraba a otro”.
Rahola concluye indignada que esto “no es cultura” sino “opresión criminal”. En los comentarios le advierte que clama "en el desierto woke", y ella ha respondido que seguirá clamando aún más fuerte.
Indignación en las redes
La denuncia de Pilar Rahola acumula ya decenas de comentarios, muchos destacando que, lamentablemente, es una imagen cada vez más habitual en Cataluña. Hay preocupación porque para muchos es un problema de seguridad: “Es un peligro para correos, bancos, cualquier lugar donde haya acumulación de personas, el burka permite llevar un arsenal de bombas sin que se vea, yo lo prohibiría”, afirma una persona.
“Lamentablemente nos continuarán vendiendo que hay que asumirlo como propio, en lugar de trabajar para que sean esas personas las que aprovechen los valores occidentales y se integren”, opina Jordi Amela. Y es que muchos comentarios ponen el acento en el reto de la integración. También denuncian que la causa de esta situación son tantos años de políticas woke fomentadas por la izquierda en Cataluña.
Entre los comentarios hay muchos de mujeres, que se sienten especialmente ofendidas ante esta situación. Como Rosa Maria, que dice que “como mujer es vergonzoso este vestido infernal y que aquí lo permitan, además de ser un riesgo muy peligroso”. O Marta, que dice que “ellas nunca se lo quitarán, he hablado con algunas y son peores que los maridos, y encima se enfadan”.
La gran contradicción de la izquierda
“Espera, que ahora saldrán las FemiFakes a decir que somos racistas y que es libertad, hipócritas woke”, se puede leer en uno de los comentarios. Porque muchos consideran que esto es el resultado de años de políticas woke, y advierten a Rahola que vigile porque la llamaran racista e islamófoba. Esto plantea la contradicción de la izquierda, que por un lado defiende el feminismo radical y por otro asume la opresión de la mujer por parte del islam como un hecho cultural.
Esa contradicción se manifestó de una forma muy clara durante la revuelta de las mujeres en Irán. Pilar Rahola fue una de las que apoyó públicamente la lucha de las mujeres iraníes, y denunció el imperdonable silencio de la izquierda. Está sucediendo lo mismo con Palestina, un lugar donde no se respeta ni la igualdad de las mujeres ni los derechos LGTBI, aunque en la izquierda existen asociaciones como “queer for Palestine”.
En Cataluña, de largo la comunidad con más inmigración de origen islámico en España, cada vez es más frecuente ver a mujeres con velo islámico, burka o niqab por las calles. Esto abre el debate sobre la necesidad de una regulación más estricta, por motivos de igualdad y se seguridad. En algunas ciudades se ha intentado controlar con ordenanzas cívicas que han acabado tumbadas por la justicia.
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