Pere Aragonès convierte al Papa Francisco en su aliado
El President ha lanzado su mensaje en la Santa Sede
Pere Aragonès ha aprovechado su audiencia privada con el papa Francisco, este lunes, para exponerle la actualidad política en Cataluña y España. Una actualidad marcada, claro está, por las negociaciones con el PSOE. El President no ha dejado pasar la oportunidad de lanzar su mensaje sobre “el diálogo y la negociación”.
El presidente de la Generalitat ha expresado ante el Papa la idea de que “el camino es siempre hablar entre diferentes para poder llegar a acuerdos”. En la corta audiencia de apenas media horas, no ha entrado en detalles sobre la negociación. Y ante los periodistas se ha limitado a señalar que el pacto con el PSOE es “un buen acuerdo”.
Ha habido muchas suspicacias sobre la coincidencia de la reunión en la Santa Sede y las negociaciones de la investidura. Pero desde Palau aseguran que la cita con el Papa estaba programada desde el mes de junio. Es decir, antes incluso de las elecciones del 23-J que arrojaron tan caprichoso resultado.
Pere Aragonès, eufórico
Según Aragonès, “el acuerdo con el PSOE es muy positivo porque garantiza una amnistía que dé cobertura a todas las causas de naturaleza política”. Además, ha señalado que “también permite continuar con un proceso de negociación a partir del reconocimiento nacional de Cataluña y la búsqueda de soluciones democráticas al conflicto”. Finalmente, ha puesto el acento en la relevancia del traspaso de Rodalies.
Lejos de ser anecdótico, la audiencia del President del Govern con una institución como la Santa Sede tiene su calado. El Vaticano es un poder en sí mismo, y esto permite a Pere Aragonès lanzar un mensaje con eco mundial. Todo, mientras Carles Puigdemont sigue con su decisión en el aire a veinte días para el deadline.
Si el 27 de noviembre no hay investidura, se disolverán las cámaras y habrá repetición electoral. Si finalmente las negociaciones fracasan, el acuerdo entre PSOE y ERC quedará en agua de borrajas. Aunque de momento los republicanos se han apuntado un primer tanto a esperas de lo que haga Waterloo.
Otro hito histórico
Pere Aragonès está lanzado, y con la foto con el Papa Francisco se ha marcado otro tanto importante. Es la primera visita de un presidente de la Generalitat a la Santa Sede desde que Juan Pablo II recibió a Jordi Pujol, hace 42 años. El mediador ha sido curiosamente el cardenal Omella, arzobispo de Barcelona, a quien hace unos días se situaba como relator propuesto por Puigdemont en las negociaciones con el PSOE.
El President, que parece estar viviendo unos días de ensueño tras muchos meses bajo presión, ha ido al Vaticano con su mujer Janina. Les acompañaba el delegado del Govern en Italia, Luca Bellizi. El President ha charlado treinta minutos a solas con el pontífice, y en la conversación han salido varios temas.
Por supuesto, la actualidad política en Cataluña y España ha centrado buena parte de la conversación. Pero también han hablado de la guerra en Palestina, de la vivienda y la educación, y del reto migratorio. Aragonès le ha regalado, entre otras cosas, una camiseta del equipo del Papa donada por la comunidad argentina de Cataluña.
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