Pere Aragonès cae en la trampa de Carles Puigdemont
Esquerra evidencia sus nervios con la última propuesta que el president ha hecho al líder de Junts y a Salvador Illa
En Esquerra hay nervios. E incluso ha llegado un momento en que no intentan ni disimularlo. Además, parece cada vez más evidente que a la formación de Oriol Junqueras le está costando gestionar la aparición de Carles Puigdemont en la escena preelectoral catalana.
Este viernes, en una entrevista a RAC1, Pere Aragonès ha abierto la puerta a celebrar un debate a tres con Carles Puigdemont y Salvador Illa. "Estoy dispuesto a ir donde haga falta", ha afirmado el president de la Generalitat. Y es que este debate, de celebrarse presencialmente, debería ser en Francia.
De este modo, Aragonès retaba al líder del PSC, al que todas las encuestas dan como ganador de las elecciones del 12 de mayo, y al líder de Junts, al que los sondeos sitúan en segunda posición. Así pues, y quizás sin darse cuenta, el actual presidente del Govern deja en evidencia que, al fin y al cabo, admite que es el tercero en discordia, situándose por detrás de sus dos rivales políticos.
En Esquerra se esfuerzan para aparentar una posible igualdad con Junts para ser la primera fuerza procesista del Parlament, aunque cada vez parece menos claro que realmente exista esta disputa. Y con la propuesta de un debate, que normalmente impulsan o promueven los que van por detrás en las encuestas, evidencian que incluso ellos están asumiendo esta realidad.
La trampa de Carles Puigdemont
Aunque en ERC siempre lo han negado, mucha gente tiene claro que uno de los motivos para adelantar las elecciones era intentar pillar a Junts a contrapié. Sin la amnistía aprobada, Puigdemont no podría ser presidenciable y los juntaires deberían correr para buscar un candidato alternativo. Un error de cálculos porque el adelanto electoral no ha impedido al expresident postularse como cabeza de lista de su partido para el 12-M.
Ahora, además, con este debate a tres al que estaría dispuesto a acudir, Pere Aragonès cae en la trampa de Puigdemont. Porque, por un lado, le da (todavía más) visibilidad y protagonismo al líder de Junts. Y, además, le ayudará a reforzar su relato victimista, ya que se tendría que celebrar en Francia por "la represión" y "el exilio" del que es "víctima" Carles Puigdemont.
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