Pere Aragonès se asoma al abismo: sus 3 opciones si no hay presupuestos
El anticipo electoral se presenta ahora mismo como la opción más viable para un gobierno en minoría y en crisis
Horas de infarto en los pasillos del Parlament y el Palau de la Generalitat. En Comú Podem ha roto la última oferta de presupuestos y el Govern de Pere Aragonès se asoma al abismo. Si en la votación de esta tarde las cuentas son rechazadas, al gobierno en minoría de ERC le quedarán solo tres salidas de las cuales la repetición electoral es la más plausible.
Las negociaciones entre ERC y los Comunes están estancadas y el margen se reduce ya a las pocas horas que quedan para la votación. El Govern tiene atados los 66 votos de los diputados de ERC (33) y el PSC (33). Sigue necesitando la abstención o el apoyo de otro grupo parlamentario para que las cuentas sigan adelante.
La votación de las enmiendas a la totalidad del prevén está prevista para esta tarde a primera hora. Los Comunes siguen enrocados en su posición, y no retirarán su enmienda a la totalidad si el Govern no tumba el plan urbanístico del Hard Rock. En estos momentos los presupuestos están más cerca del no que del sí, y esto deja pocas salidas a Pere Aragonès.
Opción 1, prorrogar las cuentas
Si la oposición tumba los presupuestos del Govern para 2024, Aragonès podría prorrogar las cuentas de 2023 pero quedaría en una situación de extrema debilidad. De hecho, esto solo ha ocurrido una vez, cuando la CUP tumbó las cuentas de Puigdemont en 2016. En aquella ocasión el President prorrogó los presupuestos del año anterior, pero también se sometió a una cuestión de confianza ofreciendo a los cupaires la promesa de un referéndum de autodeterminación que culminó en el 1-O.
La situación es ahora muy distinta, porque si ERC cede a las exigencias de los Comunes y paraliza el Hard Rock perdería el apoyo del PSC. Pere Aragonès podría agotar el último año de legislatura con los presupuestos prorrogados. Pero tendría que negociar cada proyecto por separado buscando equilibrios parlamentarios que con 33 diputados de 135 convertirían la acción de gobierno en un dolor de muelas.
Opción 2, nuevos presupuestos
El Govern de ERC se encuentra en un callejón sin salida, ya que tome el camino que tome necesita una mayoría de la que no dispone. Podría modificar el crédito o aumentar el gasto respecto al año anterior, pero siempre pasando por el Parlamento. También podría reelaborar el proyecto de presupuestos para una nueva votación, pero no hay tiempo ni margen suficiente para desencallar el conflicto con PSC y Comunes.
La ley establece que en caso de no prosperar, el proyecto de presupuestos volverá al Govern para su reelaboración. Esto implicaría retomar unas negociaciones donde las posiciones de unos y de otros son incompatibles e inamovibles. No hay un plazo establecido para la presentación de un nuevo proyecto, pero estamos ya en el mes de marzo y si no hay presupuestos la situación se le complica mucho a Pere Aragonès.
Opción 3, anticipo electoral
Ante el poco margen que ofrecen las dos opciones anteriores, al Govern solo le quedaría una tercera salida, que es disolver el parlamento y convocar elecciones. Fuentes internas empiezan ya a asumir esta opción como la más viable, y apuntan que podría haber elecciones en Cataluña en mayo. Las elecciones están previstas para febrero de 2025, pero ERC podría decidir no alargar la agonía y citar a los catalanes a las urnas.
La precipitada disolución del Govern y la convocatoria de comicios en mayo cogería a los partidos catalanes a contrapié. Sobre todo en el caso de Junts, que no podría esperar a la amnistía para presentar a Carles Puigdemont como candidato. También obligaría a nuevas opciones como Aliança Catalana y la ANC a acelerar sus candidaturas electorales si quieren concurrir.
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