Pedro Sánchez vuelve a 'cambiar de opinión' para contentar a ERC y Junts
La pregunta es qué hará con la amnistía y el referéndum
Carlos Alsina le preguntó hace poco a Pedro Sánchez “por qué nos ha mentido tanto”. El entonces presidente respondió lo siguiente: “He tenido cambios de posición política en algunos asuntos de Estado como puede ser el tema catalán, porque he tenido que tomar decisiones muy difíciles y arriesgadas”.
Ahora, el apoyo de ERC y Junts para conseguir la mayoría de la Mesa del Congreso obliga al PSOE a cambiar otra vez de posición política. Por ejemplo, con el uso de las lenguas regionales en las instituciones y las comisiones de investigación en el parlamento.
Aunque la piedra de toque de la legislatura será la amnistía y el referéndum. De momento, el PSOE ya está empezando a cambiar su discurso para justificar las concesiones al independentismo, y no ha hecho más que empezar. Pedro Sánchez está dispuesto a lo que sea con tal de revalidar su gobierno.
La amnistía, ahora sí
La amnistía había sido una de las líneas marcadas en rojo por el PSOE en la negociación con los independentistas. Sobre todo, porque supone comprar el discurso de que en España hay represión política. Ahora, la diabólica aritmética parlamentaria ha arrastrado al PSOE a debatir sobre este punto.
Fueron los socialistas quienes tumbaron el borrador de ley de amnistía por inconstitucional. Ahora han cambiado de opinión y afirman que “la amnistía cabe perfectamente en la Constitución”. No solo eso, sino que además defienden que es una “buena” medida para pacificar Cataluña.
Hay que recordar que Pedro Sánchez afirmó inicialmente que nunca indultaría a los líderes del procés, y luego lo hizo. Ahora puede ocurrir lo mismo con la amnistía. De momento no está encima de la mesa, pero sí se ha tratado en conversaciones informales y será el punto de partida de las negociaciones para la investidura.
Más concesiones
El uso del catalán en el Congreso había sido otra de las líneas rojas del PSOE. Los socialistas se agarraron siempre al reglamento de la cámara para evitar el debate. Su posición era tan firme que se convirtió en uno de los principales motivos de enfrentamiento entre el partido de Pedro Sánchez y los independentistas.
El PSOE no solo ha cambiado de opinión en cuanto a las lenguas, sino que lo ha hecho en un tiempo récord. Lo que hasta el pasado jueves era inviable, en cuestión de horas empezó a tramitarse tanto en el Congreso como en Europa.
Sánchez ha tenido que tragar también las comisiones de investigación, a las que hasta ahora se había negado. La comisión sobre el caso Pegasus salpica a los propios socialistas, y la de los atentados sobre el 17-A pone en la diana al Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Por eso hasta ahora el PSOE se había opuesto junto al PP, amparándose en la Comisión de Secretos Oficiales.
¿Hasta dónde llegará?
La amnistía y el referéndum también son líneas marcadas en rojo. Pero el precio de Junts para la investidura de Pedro Sánchez subirá, y está por ver si el PSOE volverá a cambiar de opinión o esta vez se plantará. En Ferraz están convencidos de que hay herramientas alternativas para convencer a Puigdemont.
La amnistía tiene un mejor acomodo en el orden constitucional, y es probable que se acabe aplicando para el conjunto de los encausados del Procés. El referéndum es harina de otro costal. El PSOE se escudará en que no puede aplicarlo sin una mayoría de la cámara de la que no dispone.
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