Pedro Sánchez ve las orejas al lobo y cambia de estrategia

Ya hace días que el desánimo ha hecho mella en el PSOE. Las elecciones del 23 de julio parecían hace unas semanas misión imposible para Pedro Sánchez, pero había una cierta esperanza. Los dirigentes socialistas daban la derrota por hecha, pero creían que la campaña les ayudaría a salvar los muebles. Menospreciaron a Alberto Núñez Feijóo, lo fiaron casi todo al cara a cara y lo sucedido ya es historia de la política española.

Nadie puede fiarse demasiado de las encuestas, pero la tendencia parece clara. El PP de Feijóo se sitúa entre los 140 y los 150 diputados, mientras que el PSOE no es capaz de superar los 110 en ningún sondeo. Una coalición de izquierdas a lo Frankestein es prácticamente imposible. Solo un milagro -de los que han acompañado a Pedro Sánchez desde 2016- puede cambiar las cosas.

Semana frenética de Pedro Sánchez

Y eso es exactamente lo que busca el presidente del Gobierno. Su intención era desaparecer hasta el jueves por sus compromisos por la presidencia de la Unión Europea, pero no será así. Pedro Sánchez ya es consciente de la magnitud de la tragedia y este lunes viajará a Bruselas, volverá a España a media tarde y regresará a Bélgica por la noche. El candidato del PSOE ha cambiado su agenda para hacer hoy un mitin en Huesca, que no estaba previsto y que se convocó la tarde de ayer domingo.

Sánchez hará noche en Bruselas porque el martes por la mañana debe participar en una cumbre con el presidente del Consejo, Charles Michel, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, y la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.

El cambio de agenda de Sánchez no acaba aquí. El mismo martes, cuando finalice la cumbre, volverá a coger su avión Falcón para hacer campaña en San Sebastián. Se trata de otro acto electoral que no estaba previsto hasta ayer. Según el PSOE, este giro a una semana de las elecciones se explica porque sus encuestas les dicen que "hay partido".

Aunque parezca imposible, Pedro Sánchez asegura que pueden ganar las elecciones y que solo se trata de siete u ocho diputados. Es a partir de este relato que los socialistas han decidido ir con todo y sacar a Sánchez de Bruselas para que haga campaña tradicional. La realidad, pero, podría ser otra bien distinta: el descalabro del PSOE podría ser tal, que Sánchez prueba de salvar los muebles y evitar una semi mayoría absoluta de Feijóo.

Pedro Sánchez, pues, improvisa para evitar una tragedia aún mayor. El mismo PSOE reconoce que anunciará los nuevos mítines de su líder en función de sus propias encuestas y solo con uno o dos días de antelación. No parece que sea una estrategia ganadora, pero hablando de Sánchez, nunca se sabe, ¿Verdad?