Pedro Sánchez compra el marco mental del independentismo
El presidente en funciones habla con el lenguaje procesista
“Una crisis política nunca debió derivar en una acción judicial. Lo que hemos hecho durante todos estos años ha sido tratar de devolver a la política lo que nunca tuvo que salir de la política”. Estas palabras las pronunció esta semana Pedro Sánchez durante su visita a la ONU, en Nueva York.
No es una casualidad que Pedro Sánchez y Carles Puigdemont estén más cerca que nunca (más incluso que Sánchez y Junqueras). El presidente en funciones ha comprado el marco mental del independentismo y ya habla como ellos. Está claro que está allanando el camino para aprobar la polémica ley de amnistía.
Y es que, cada uno a su manera, Sánchez y Puigdemont han entendido que lo que más les conviene es tragarse los sapos y salvar la legislatura. El PSOE evitará así una repetición de elecciones que daría una segunda oportunidad a la derecha. Y Junts podrá mantener el grupo propio en el Congreso y su posición de fuerza para conseguir demandas históricas.
Sánchez el procesista
Para evitar hablar de amnistía, el líder socialista se ha referido a la desjudicialización de la política. Un concepto muy utilizado por los partidos procesistas para denunciar la “represión” del Estado y su persecución contra el independentismo. Pedro Sánchez se sube así al carro del Procés para quedarse en la Moncloa.
Llama la atención el cambio del actual presidente en funciones. Hace cuatro años, en su carrera hacia la presidencia, el entonces jefe de la oposición defendía la extradición de Puigdemont a España para “rendir cuentas ante la justicia”. De hecho, acusaba al PP de blandos por habérsele “fugado” el expresident.
El presidente, ahora contra las cuerdas por la amenaza del gobierno PP-Vox, se dispone a rectificar en todo lo prometido. Puigdemont puede acabar volviendo a España gracias a Sánchez, pero con su historial delictivo borrado. Incluso podría ser el próximo president de la Generalitat de Catalunya.
Resucitar al Procés
Hoy se celebra en Madrid la manifestación contra la amnistía que planean Pedro Sánchez y Carles Puigdemont. El Gobierno calcula que será un acto masivo y que hará aumentar la animadversión de la calle hacia ellos. Por eso han trazado un plan, consistente en amortiguar el golpe de la ley de amnistía.
Lo que consiguen con ello es no dar más munición a Feijóo para su debate de investidura. En todo caso, el PSOE da por hecho que Pedro Sánchez será investido y que aprobarán una ley de amnistía para los procesistas. Arrancará así la legislatura en la que el PSOE de Pedro Sánchez habrá conseguido resucitar el Procés.
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