Pedro Sánchez resucita hasta Jordi Pujol

Pedro Sánchez, un animal político capaz de todo, ha conseguido lo que parecía imposible, que Junts per Catalunya vuelva al pujolismo. El partido de Carles Puigdemont, hasta hace poco escorado en las proclamas y la confrontación, ahora recupera el espíritu del pactismo con Madrid y el “peix al cove”. El propio Jordi Pujol ha vuelto a la palestra para elogiar a Pedro Sánchez y marcar el camino a Puigdemont.

El expresident ha destacado que el líder del PSOE es “un hombre muy hábil” manejando un país como Cataluña “que no es sencillo”. Como hizo también en su momento Artur Mas, ha señalado “la actitud negociadora” como el camino a seguir por el espacio postconvergente. “Como norma debemos negociar, salvo que queramos una sublevación”, ha dicho.

Además, ha aprovechado para incluirse como posible beneficiario de la amnistía, ya que se ha considerado “víctima de una actitud hostil”. En este sentido, ha aplaudido que la medida de gracia “sea lo más amplia posible”. Está claro que Pedro Sánchez y la amnistía han conseguido resucitar hasta las fuerzas del pasado más remoto.

El Procés vuelve al pujolismo

Jordi Pujol ha cargado duramente contra la estrategia de la intransigencia, sostenida hasta ahora por Junts per Catalunya. “El todo o nada no lleva a ninguna parte porque España es un país muy importante y la política no puede ignorar cuáles son sus fuerzas y sus debilidades”, ha afirmado. Critica así la línea que seguía hasta ahora el partido de Puigdemont, bajo los designios de Laura Borràs.

No es extraño que el expresident, callado durante todos estos años, aparezca justo ahora, cuando en Junts se ha impuesto el sector de la vieja convergencia. Es decir, el sector de Jordi Turull y Josep Rull, partidarios de la negociación con Madrid y la reconstrucción de los puentes con ERC. Tienen además el apoyo de importantes empresarios preocupados con la deriva del nacionalismo catálan conservador.

Es significativo también que el hombre que pactó con el PP de José María Aznar ahora avale el acuerdo con el PSOE de Pedro Sánchez. El expresident ha resucitado conceptos que parecían olvidados como “el encaje de Cataluña en España”. Algo muy significativo de la recomposición que está viviendo el espacio procesista.

'La identidad está amenazada'

Como buen convergente tampoco podían faltar algunas dosis de victimismo. Pujol recuperó el inventario de agravios asegurando que “nuestra identidad está amenazada” y que “la lengua catalana está en peligro”. En este sentido, ha apelado a los políticos catalanes a preocuparse más por esta cuestión “que no es de dinero”.

Jordi Pujol ya formó parte indirectamente de las negociaciones entre Junts y PSOE por la investidura de Pedro Sánchez. Carles Puigdemont reclamó la exculpación del expresident en el marco de la ley de amnistía. Mientras, la política catalana ha llevado a cabo una silenciosa pero constante labor de rehabilitación social de su figura.

Jordi Pujol fue imputado por pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, fraude a la Hacienda pública y falsedad documental. Según la instrucción, “la familia Pujol aprovechó su posición privilegiada para acumular durante decenios un patrimonio desmedido”. A sus 93 años, aún no se ha enfrentado a la justicia.