Pedro Sánchez ya acusa sus ganas de pactar con Puigdemont

Tras las elecciones del 23-J, Pedro Sánchez mostró desde el minuto cero su intención de reeditar el Gobierno Frankenstein. Pero esta vez no lo tendrá tan fácil. Aunque Puigdemont acabe dando su brazo a torcer, el precio que tendrá que pagar el PSOE para quedarse en la Moncloa puede acabar pasándole factura.

Pedro Sánchez ya está empezando a notar la presión de querer gobernar con el apoyo de Junts per Catalunya. Personas influyentes de la vieja guardia del PSOE piden a Pedro Sánchez que vuelva a la centralidad y frague un gran acuerdo con el PP. 

Volver al bipartidismo

Encabezados por quien fuera secretario general del Partido Socialista de Euskadi, Nicolás Redondo, un grupo de exdirigentes socialistas han expresado su demanda a Sánchez. “Es imposible cualquier negociación con una persona que ha huido de la justicia española”, afirman. En su opinión, PSOE y PP deben llegar a un acuerdo para representar a la gran mayoría de españoles.

Las elecciones han expresado a su entender un claro rechazo de los españoles a los extremos de todo signo. Los dos grandes partidos suman más del 60% de los sufragios, “lo cual debe traducirse en un entendimiento en las cuestiones de Estado”. En definitiva, piden recuperar el bipartidismo y arrinconar a Vox y a los nacionalistas.

Nicolás Redondo ha puesto el acento en que “el Gobierno no dependa de un prófugo con sentencia ratificada como Puigdemont”. Por el contrario, ha pedido un entendimiento con el PP, “que no tiene que ser necesariamente una coalición”. Esto daría a su entender “prestigio en Europa y en la comunidad internacional”.

“No cabe duda de que si el PP y el PSOE se ponen de acuerdo, tanto Feijóo como Sánchez serían una referencia europea e internacional”, ha afirmado el exdirigente. También ha advertido de que “si te opones al protagonismo de Vox y tú recurres al apoyo de Puigdemont, acabas perdiendo tu legitimidad”.

Felipe González contra el 'sanchismo'

Esta corriente de opinión imperante en la vieja guardia del PSOE nace de Felipe González. El expresidente del Gobierno ya formuló durante la campaña la necesidad de que Sánchez aceptara la propuesta de Feijóo de dejar gobernar a la lista más votada. Señaló así la necesidad de rectificar la estrategia del “sanchismo”.

El papel de Felipe González ha sido especialmente polémico, porque el expresidente nunca pidió el voto para Sánchez en campaña. Lo cual, para muchos, suponía pedirlo implícitamente para el PP. Es conocida la animadversión de Felipe González hacia Pedro Sánchez y sus socios.

El PSOE confía en Junts per Catalunya

Pero Felipe González y Nicolás Redondo representan un sector minoritario del partido, que hoy en día es mayoritariamente sanchista. Esto avala al presidente en funciones para mantener su posición y su estrategia. Y de momento, la cúpula socialista no contempla nada más que no sea la investidura con la abstención de Junts.

En el partido socialista confían en la investidura a pesar de las presiones que hay también al otro lado. Junts está manteniendo la discreción, pero el independentismo radical y sus terminales mediáticos han iniciado el pressing para que Puigdemont resista: o referéndum de autodeterminación, o bloqueo político.