Pedro Sánchez: de la máquina del fango a otra crisis diplomática, ahora por Palestina

Pedro Sánchez iniciaba su intervención de hoy en el Congreso pidiendo un "punto y aparte" en la "deriva de crispación" que vive la política española. Acto seguido, el presidente del Gobierno ha decidido tachar de "ultraderechistas" y "reaccionarios" a sus opositores, les ha acusado -de nuevo- de promover "la máquina del fango" y, otra vez, ha definido como "pseudomedios" a aquellos medios de comunicación que no le bailan el agua.

El líder del ejecutivo parece encontrarse de lo más cómodo en ese fango que dice denunciar. Lejos queda aquel Pedro Sánchez triste y abatido que tuvo que tomarse cinco días de descanso para meditar su futuro. Hoy, con un tono altivo y prepotente, el presidente ha seguido rebozándose en ese fango que tanto parece molestarle para abrir una nueva crisis diplomática.

Con la polémica con Javier Milei -con retirada del embajador español incluida- aún caliente, Pedro Sánchez ha vuelto a meterse en un lío internacional, ahora por Palestina.

Hace unas semanas, la misma Yolanda Díaz admitía que ya ha pasado casi un año desde las elecciones y que este gobierno apenas se había centrado en lo que debe hacer: gobernar. Aún así, Pedro Sánchez ha decidido centrar su obra en una nueva polémica diplomática que ya está teniendo sus consecuencias.

El próximo 28 de mayo, el Gobierno reconocerá a Palestina como estado. Así lo ha anunciado hoy Pedro Sánchez, siguiendo el camino que han tomado también Irlanda y Noruega. Una decisión que Israel no ha tardado en responder. Ruptura de las relaciones y retirada de su embajadora en España por una decisión que consideran una "locura" y que generará "consecuencias graves".

Para Israel, igual que para muchas otras personas que ya están denunciándolo públicamente, esta decisión del Gobierno de Pedro Sánchez parece un "premio" al terrorismo de Hamás. Y es que el reconocimiento de Palestina coincide con la respuesta militar de Israel a los ataques del grupo terrorista palestino en pasado 7 de octubre. Veremos hasta donde llega el enfrentamiento con el gobierno israelí.

De este modo, mientras España se encuentra en plena crisis diplomática con Argentina y con Israel, este gobierno sigue paralizado. Ayer, por ejemplo, el PSOE fue incapaz de aprobar el proyecto de ley para abolir la prostitución por los votos contrarios del PP y de gran parte del Frankenstein 2.0, incluido Sumar. Pasan los meses y Pedro Sánchez parece cómodo moviéndose entre la máquina del fango y la máquina de humo para distraer el personal mientras la única mayoría que tiene en el Congreso es la que servirá para aprobar la amnistía.