Pedro Sánchez exige culto a su figura e insinúa su próximo paso
El presidente del Gobierno habla de "punto y aparte" y se prepara para una ofensiva contra medios y jueces
"Solo hay una manera de revertir esta situación: que la mayoría social, como ha hecho estos cinco días, se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común". Eso es lo que decía este lunes Pedro Sánchez tras anunciar que se quedaba. El presidente del Gobierno se ha marcado un farol en toda regla y asegura que no dimite tras la "movilización social del fin de semana".
Según el propio PSOE, fueron 10.000 las personas que salieron a la calle para pedir a Pedro Sánchez que siguiera. Se trata, pues, de una concentración menor, lejos de las expectativas y que no tuvo continuidad durante el fin de semana. Tampoco hubo un efecto contagio en otras ciudades, de modo que el guion estaba escrito.
Eso sí, se interpretó a la perfección, porque todos los medios nos hemos comido el sapo y hemos dado por hecho que Pedro Sánchez (el primero de su nombre) se iba. Nada de eso: se queda y pide a los suyos que le rindan más culto, que salgan más a la calle y que lo defiendan. No así, lo disfraza de un compromiso para "regenerar la democracia española" y para "consolidar derechos y libertades".
Es decir: Pedro Sánchez quiere ser el símbolo, el faro que democrático de España: no habrá siglas, el sanchismo se prepara para comerse a toda la izquierda. No estará contenta Yolanda Díaz, que ya estaba en horas bajas y que ve ahora como su socio se ha convertido en mártir y promete más madera.
Pedro Sánchez ya tiene el relato creado para lo que vendrá
"Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte", aseguraba el presidente. Y aquí está la clave de todo, aquí hay la respuesta al porqué. ¿Qué ha llevado Pedro Sánchez a tomarse cinco días de retiro si la decisión estaba escrita? La necesidad de crear un relato que justifique sus nuevos pasos.
Dejemos de un lado las teorías de Pegasus, Marruecos e Israel. Eso ya lo veremos, como sabremos qué sucede en el caso Begoña Gómez y si hubo o no tráfico de influencias. El caso es que Pedro Sánchez asegura ahora que se debe regenerar la democracia y aquí hay dos ámbitos en los que el líder del PSOE tiene ganas desde hace tiempo de poner sus garras.
De un lado, aspira al control del poder judicial. Es más que posible que el Gobierno explore desde ya una reforma del poder judicial. En este sentido, varios periodistas afines al PSOE han presentado las últimas horas un manifiesto contra "el golpismo judicial". También contra el "golpismo mediático" y aquí está la segunda de sus motivaciones.
Regenerar la democracia, según Pedro Sánchez, podría ser esto: un cambio en el poder judicial y una ley de "noticias falsas", para acabar no solo con los bulos, sino con aquella información como la de estos días de El Confidencial, periódico no susceptible de ser tratado como extrema derecha. Lo apuntaba hace unos días Soto Ivars " ¿Será la carta de Pedro Sánchez el paso previo al anuncio de algo como la 'ley antibulos' que el CIS mencionó en forma de globo sonda en abril de 2020?".
Nada es descartable cuando se habla de Pedro Sánchez, pero queda claro que la crispación irá en aumento y que el PSOE quiere pasar al ataque. Si el caso Begoña Gómez sigue, será culpa del "golpismo judicial", mientras él suma argumentos para iniciar su propia ofensiva y pedir que los suyos salgan a la calle.
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