Pedro Sánchez contra el Estado

Como ya ha quedado demostrado a lo largo de todos estos años, Pedro Sánchez está dispuesto a todo para ser presidente del Gobierno. En esta ocasión, Junts hará sudar un poco más al PSOE para regalarle sus votos. Pero el líder socialista sabe que, regalando la amnistía a los procesistas, su vuelta a la Moncloa estará más cerca que nunca.

Esta amnistía, pero, le podría acabar costando caro a Pedro Sánchez. No son pocos los sectores que ya han puesto el grito en el cielo ante la posibilidad que el PSOE y Sumar estén dispuestos a conceder este perdón a los políticos procesistas. Y es que el líder socialista no solamente impulsará una polémica amnistía con casi el 50% del Congreso en contra. Lo hará con policías, jueces y funcionarios en pie de guerra contra el ‘regalo’ que Sánchez quiere ofrecer a ERC y Junts.

Policías que estuvieron destinados en Cataluña por el 1 de octubre de 2017 llevan días denunciando las intenciones de Sánchez para seguir siendo presidente. “No queremos amnistía, queremos un juicio justo”, reclaman. Son declaraciones en el periódico ABC de un agente que tiene aún juicio pendiente por su actuación en el referéndum catalán.

Él es uno de los 45 policías imputados por haber participado en las actuaciones del 1-O. Todos se niegan a que se perdone a los independentistas condenados o con causas pendientes e incluso prefieren que la amnistía no les afecte a ellos. “Que me digan si me excedí y si es así que me condenen, pero que me den la opción de defenderme. Si nos amnistían es un ultraje”, expresa este agente, que no duda en considerar que el PSOE los ha utilizado “como moneda de cambio”.

En los juzgados tampoco ven con buenos ojos la apuesta de Pedro Sánchez de regalar la amnistía a cambio de ser investido presidente. Desde el Tribunal Supremo ya se han mostrado en contra de este perdón generalizado a los procesistas. Creen que se trata de una medida típica de “regímenes dictatoriales” que buscan borrar actuaciones muy graves, cuentan a El Confidencial.

Además, aseguran que la amnistía es “un instrumento jurídico de sanación de sentencias injustas”. Es decir, un método para que el poder político ‘corrija’ decisiones penales que no le convienen. Algo que consideran totalmente ‘inaceptable’.

Pero a Pedro Sánchez le da igual tener a casi medio Congreso, a los policías y a los jueces en contra. El objetivo es tener 176 votos el día en el que se tenga que someter a una investidura. Y después, en Moncloa, ya verá cómo soluciona las consecuencias que pueda tener esta Ley de amnistía. Una Ley de amnistía que, por cierto, ya ha provocado que se convoquen manifestaciones en toda España para protestar en su contra.