Pedro Sánchez se queda

Pedro Sánchez se queda. El presidente del Gobierno lo ha anunciado tras cinco días de reflexión, encerrado en Moncloa y sin haberse comunicado con ninguno de sus ministros. Solo su jefe de gabinete ha tenido acceso a Sánchez, de modo que no había filtraciones ni certezas. Solo una pequeña sospecha, que al final ha quedado en nada.

Parecía que Sánchez dimitiría, así lo insinuaban los periódicos y sus últimos movimientos. Pese a ella, Sánchez considera que la "movilización" de este fin de semana le invita a seguir. Finalmente, pues, una jugada más del presidente del Gobierno para seguir en su cargo. Además, Sánchez pide ahora que la gente se siga movilizando y amenaza en que habrá cambios.

El líder del PSOE toma esta decisión tras la decisión del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, que abrió diligencias contra Begoña Gómez, su esposa. La mujer del presidente está siendo investigada por delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios tras una denuncia de manos limpias.

El caso Begoña Gómez

Según Sánchez, Begoña Gómez está siendo objeto de  "una estrategia de acoso y derribo" por parte del PP y Vox, mientras que han usado a los "colaboradores necesarios" de Manos Limpias, que es quien interpuso la denuncia. Es a partir de este relato que Pedro Sánchez se tomó cinco días de reflexión para decidir si dimitía o seguía en el cargo. 

"Llegados a este punto, la pregunta que legítimamente me hago es: ¿merece la pena todo esto? Sinceramente, no lo sé", confesaba el actual presidente del Gobierno.

"Necesito parar y reflexionar con mi esposa. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor". Ahora, tras cinco días, Pedro Sánchez ha anunciado su decisión en una comparecencia a media mañana, sin periodistas y, evidentemente, sin preguntas. 

Hay que decir que nadie conocía la decisión de Pedro Sánchez. Pese a no existir ningún detalle, la mayoría de ministros y altos cargos socialistas daban por hecha su marcha este lunes por la mañana. El hermetismo del presidente no dio ninguna esperanza al PSOE, que organizó varios actos de apoyo durante el fin de semana para probar de condicionar la decisión del presidente.

Pese a ello, Sánchez quiere ahora poner "fin al fango" y "defender la democracia". 

Tras la decisión de Pedro Sánchez, toca ahora escuchar a los demás partidos, tanto a Sumar, socio del PSOE, como a la oposición. España entra en una nueva pantalla y con unas elecciones catalanas el 12 de mayo que también pueden marcar el futuro en el Congreso de los Diputados.