El día D de Pedro Sánchez: la campaña electoral catalana, pendiente de Moncloa

Este lunes se cumplen los cinco días que se autoasignó de permiso Pedro Sánchez para decidir su futuro. Es decir, hoy (a las 11.00 horas) sabremos si finalmente dimite como presidente del Gobierno o continúa en el cargo. Algo que, sin duda, afectará a la campaña electoral catalana.

Las opciones que tiene Pedro Sánchez encima de la mesa

Tras su carta victimista del pasado miércoles, Pedro Sánchez se retiraba a la Moncloa para meditar su futuro. Hoy hará pública una decisión que nadie se atreve a aventurar. Y es que la bunkerización del presidente ha sido máxima. 

Así lo contaba, por ejemplo, Joan Guirado en OKDiario: estos días, Pedro Sánchez solamente ha hablado con su jefe de gabinete. Ni un contacto con la cúpula de su partido, que ha aprovechado este parón  para intentar convencer al presidente para que se quede. Que lo hayan hecho con espectáculos inéditos como el vivido en Ferraz el sábado, solo hoy sabremos si es el mejor método.

Así pues, hoy sabremos si Pedro Sánchez dimite inmediatamente o si lo hace de en diferido, anunciado que sigue hasta el 29 de mayo, que es cuando se pueden volver a convocar nuevas elecciones generales. O si, en lugar de tirar la toalla, elige seguir. 

Aquí también hay distintos escenarios: puede decidir seguir sin más o hacerlo pero someterse a una cuestión de confianza en el Congreso. Una votación que, en un principio, no tendría problemas para superar y que obligaría a ERC y Junts a posicionarse a su favor en plena campaña catalana.

A todos estos escenarios, se le tiene que sumar alguna posibilidad que el resto de mortales no nos planteamos, pero que el autor del Manual de Resistencia más famoso de la política sí que haya contemplado. En cualquier caso, haga lo que haga, la decisión de hoy de Pedro Sánchez marcará el resto de la campaña electoral en Cataluña.

Las consecuencias en Cataluña

Salvador Illa lleva unos años trabajando para mostrar un perfil de presidente, capaz de llegar a amplios acuerdos y abanderando la estabilidad. En una entrevista a E-Notícies, Alejandro Fernández (PP) ya le reprochaba que la decisión de Sánchez tira por tierra esta teoría. Porque lo que ha hecho es todo lo contrario a la estabilidad.

 

Antes de la campaña, ya estaba claro que Illa tenía el peligro de que Pedro Sánchez acabara siendo su peor enemigo en la carrera hacia el Palau de la Generalitat. En estos cinco días, sus rivales políticos no han desaprovechado la oportunidad que les ha dado el presidente de cargar contra el candidato socialista. 

 

Veremos qué pasa hoy, pero está claro que la campaña de Illa (y la posición que tomen el resto de formaciones respecto al PSC) va a depender de la decisión que acabe tomando Sánchez. Y ya no solo eso. Si Sánchez decide irse y el Frankenstein 2.0 salta por los aires, los posibles pactos tras el 12-M también serán muy diferentes a los que pueda haber si Sánchez continúa en Moncloa.