Pagar más por el agua: el remedio de la Generalitat tras su dejadez ante la sequía
El director de la Agencia Catalana del Agua pide subir tarifas este 2024 mientras su administración ha estado de brazos cruzados durante más de una década para evitar depender de la lluvia
Han cantado Bingo. Enhorabuena, ciudadanos de Cataluña: tras subir el IBI en la mayoría de municipios, ahora ha llegado el momento de la tarifa del agua, que aumentará este 2024. Algunos ya lo están sufriendo, como en Reus o Barcelona, pero por si acaso, el director de la Agencia Catalana del Agua, Samuel Reyes, pide que suba en todos los sitios. "Las tarifas del agua han de subir; no hay vuelta de hoja", asegura Reyes.
El director del ACA hizo estas declaraciones a los responsables de las compañías de agua de Cataluña, los que deciden nuestras tarifas del agua. "Tenemos un año por delante. Las ordenanzas de septiembre y octubre se empiezan a tramitar; y, por lo tanto, os animo a que en todos estos meses hagamos una reflexión", añadió. Es decir, un alto cargo público, nombrado por un gobierno de izquierdas, pidiendo a los responsables que suban tarifas. Según Manuel Reyes, debemos ser los ciudadanos, los que paguemos los costes del agua. "Las tarifas han de subir. No hay vuelta de hoja. Es así de fácil. Las tarifas deben subir. El agua en un municipio del Priorat cuesta 10 céntimos el metro cúbico. Un metro cúbico son 1000 litros, ¡10 céntimos, 1000 litros!”, asegura.
Lo primero que he hecho es revisar mi factura del agua. Pago cada dos meses unos 50 euros, casi 25 euros mensuales. De estos 25, solo 10 son por consumo. Pero ojo, consumo mínimo de 20 m3 a los cuales nunca he llegado, ya que en casa gastamos una media de 7 m3 . Es decir, que pago por agua que no consumo. En mi factura salen otros conceptos como el canon del agua de la ACA, unos 6 euros, conservación y alcantarillado. Eso sí, en mi factura me piden que haga un consumo responsable, aunque podría gastar los 20 m3 que pago religiosamente.
Pese a esto, uno de los máximos responsables del agua en Cataluña pide subir tarifas, cuando lo eficiente sería revisar consumos mínimos, tarifas abusivas y puertas giratorias en el sector de la gestión del agua. Pero no, la Generalitat sigue empeñada en creer que debe tratar a los ciudadanos como menores de edad. Nosotros debemos asumir todos los costes, aunque paguemos más de los que consumimos. Nosotros debemos pagar más para "darnos cuenta" de que "el agua no cae del cielo".
Mucho se ha hablado de la sequía de 2008 y cómo condicionó la vida de los catalanes. Llegaron a movilizar un barco desde Tarragona con agua después de meses de obras en el Port de Barcelona. Solo otro barco llegó después. ¿Qué se ha hecho desde entonces para evitar restricciones ante una nueva sequía? Prácticamente nada.
Es triste afirmarlo, pero la Generalitat ha gastado los últimos 15 años millones de euros en muchas cosas, pero la gestión del agua no ha sido una prioridad. Solo la actual sequía ha sacado a la administración catalana de su letargo. Y a instancias de la Comisión Europea, que hacía tiempo que pedía a Cataluña un plan para reducir la dependencia de la lluvia. Nuestro Govern, el de los ocho millones y el que pone "a la gente en el centro de su gestión", solo tiene un plan para la sequía desde hace un año.
Será a partir de ahora -eso dicen- cuando se invertirá 2.400 millones de euros en nuevas infraestructuras para obtener agua y reaprovecharla. Samuel Reyes presentaba el plan y aseguraba que la intención era no subir el cánon del agua del ACA. El mismo que ahora pide subir las tarifas. Reyes es director desde 2021, pero de 2014 a 2019 fue el adjunto al director de la Agencia Catalana del Agua. En un contexto normal, quizás alguien le pediría responsabilidades, porque parece evidente que, una vez más, Cataluña llega tarde a solucionar un problema.
La Generalitat nos asegura ahora que en 2027 ya no dependeremos de la lluvia para garantizar el suministro de agua. De momento, lo que sabemos seguro es que hoy se inician restricciones de agua en Girona y Barcelona y que las tarifas del agua subirán. Una vez más, nos tocará pagar a los ciudadanos la poca planificación, la mala gestión y la dejadez de nuestra administración.
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