
El Pacte per la Llengua retrata a los partidos procesistas
Junts y la CUP se han desmarcado del acuerdo firmado por PSC, ERC y Comuns
El Govern del PSC ha cerrado un acuerdo por la lengua con ERC y Comuns, sindicatos y patronal, y entidades sociales. El Pacte per la Llengua contempla la inversión de 255 millones de euros en políticas lingüísticas para fomentar el catalán. El PSC cumple así con uno de sus compromisos con Esquerra a cambio de la investidura de Salvador Illa.

Pero el tacticismo de los partidos procesistas ha demostrado una vez más que una cosa es el relato y otra la protección de sus intereses partidistas. El Pacte per la Llengua ha evidenciado la división procesista y su guerra fratricida. ERC lo ha apoyado de forma entusiasta, mientras que Junts y la CUP se han desmarcado.
Junts no firma el pacto por el catalán
Carles Puigdemont reconoció en la rueda de prensa de ayer que Junts no firmará “ahora” el pacto por el catalán, “no porque no creamos que sea necesario”. De hecho, el presidente de Junts dijo que “es muy necesario”. Pero admitió que vinculan el pacto a la oficialidad del catalán en la UE, es decir, al cumplimiento de su exigencia a Pedro Sánchez.
Dicho de otra forma, Junts no se adhiere al pacto para impedir que ERC se cuelgue la medalla mientras la medida que ellos propusieron sigue en el aire. Puigdemont pide también esperar a la sentencia del TC sobre el 25%. Para él, estas dos cosas son imprescindibles porque “no es lo mismo un pacto nacional con estos elementos en contra que a favor”.
Puigdemont rechaza el pacto por el catalán pero culpa al PSC y a sus socios. “Un pacto nacional tiene que incluir a todos”, ha advertido, “especialmente al primer partido de la oposición”. Puigdemont intenta presionar de esta forma para aplazar el pacto.
La CUP también dice 'no'
La CUP tampoco ha firmado el Pacte per la Llengua “porque es un arma propagandística en manos del PSC”. Los cupaires consideran que “la principal amenaza del catalán en Cataluña es el Estado español. Ajustarnos a la legalidad constitucional para defender la lengua es no abordar de raíz la supervivencia del catalán”, ha afirmado Laia Estrada.
La CUP coincide con Puigdemont en que no se puede aprobar el pacto hasta conocer la sentencia del Constitucional sobre la inmersión lingüística. La formación independentista pide propuestas “atrevidas y valientes” y defender la lengua “sin complejos”. Su modelo es “la independencia” y un “cambio de modelo” para construir un país con “una lengua para todos”.
El triunfalismo de Esquerra
ERC defendió de forma entusiasta el pacto, destacando su importante aportación económica, y reprochó a Junts que haga política con la lengua. "El país no entendería que, en momentos de amenaza del catalán, no vayamos todos a una", dijo el secretario de comunicación republicano, Isaac Albert.
Para ERC, la amenaza judicial al modelo de inmersión lingüística es "una razón de más" para sumarse al pacto. "La lengua es demasiado importante para tener según qué actitudes", reprochó a la formación de Carles Puigdemont.
El pacto también ha sido firmado por Òmnium Cultural y la Plataforma per la Llengua. Dos entidades sociales ultrasubvencionadas y vinculadas a la órbita de Esquerra. Su adhesión añade presión a Junts y la CUP, que con su 'no' rompen una vez más la unidad estratégica del independentismo.
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