Salvador Illa con traje oscuro con corbata roja está de pie en una sala con cortinas rojas y detalles arquitectónicos clásicos, mientras Alícia Romero con chaqueta blanca sonríe en el fondo.
POLÍTICA

El otro reto de Salvador Illa: Cataluña es la comunidad más endeudada per cápita

La pregunta no es si España condonará parte de la deuda a Cataluña, sino qué pasará después

Esta semana era noticia que España había aumentado su deuda soberana hasta el 108,2%. La noticia vino con polémica.

Para algunos, en realidad, la deuda ha bajado porque esta se calcula en función del PIB, que ha crecido. Para otros, en cambio, esto son juegos de manos que no taparán el hecho de que España es un país muy endeudado. Es decir, que su economía no puede funcionar sin crédito.

Sea como fuere, el de la deuda no es un problema menor, ni exclusivo de España. Por el contrario, el país más endeudado del mundo son los Estados Unidos, que a través de su descontrolada expansión monetaria exportan inflación. Por otra parte, la deuda no es inocua a efectos económicos y contables.

Plano corto de la fachada del Banco de España

En el caso de España, hay que tener presente que los intereses de la deuda - o sea, pagar lo suyo a los mercados de valores - son la segunda partida de gasto. En términos agregados, el Estado gasta más de la mitad de su presupuesto en pensiones, intereses de deuda y paro. Es decir, que nos gastamos más de la mitad de los recursos en áreas no productivas.

Así mismo, España puede mantener su nivel de deuda porque esta viene avalada por el BCE y el conjunto de la UE. Si España se tuviera que financiarse por sí misma, los mercados no serían tan benévolos. Una de las razones por las que España no entró en default en la crisis del 2008 fue porque Dragui desplegó todo el arsenal del BCE.

¿Y Cataluña?

Hasta el momento, Cataluña no tiene acceso todavía a los mercados, con lo que su endeudamiento debe analizarse dentro del paraguas contable de España. Aunque, en realidad, se trata de una cuestión casi más política que económica.

El motivo es que Cataluña está endeuda con España, pero España está endeudada con el mundo. No se trata, pues, de que el tesoro español financie a Cataluña porque España sea un ahorrador con dinero parado. En última instancia, la realidad es la que es, al margen de cómo se divida.

Esto es lo que explica que, cuando se habla de la deuda catalana, lo primero en aparecer sean controversias políticas. Nos referimos al debate de condonar la deuda, de no perdonarla, de exigir el reparo del deute històric, de romper la solidaridad, etc. Ahora, por ejemplo, el acuerdo (político) entre ERC y PSC contempla el perdón de 15.000 millones que Cataluña tiene con el FLA.

Hay que tener presente que, en este momento, Cataluña es la comunidad autónoma más endeuda per cápita. Nada menos que 11.000 euros por catalán, según la AIReF. Es el doble que la deuda de un residente en Madrid. Así mismo, en términos absolutos (sin calcularla en relación con el PIB), Cataluña es también la comunidad más endeudada.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 21 de febrero de 2024, en Madrid

Una papeleta para Salvador Illa

Se habla mucho de la trascendencia de la nueva presidencia de Illa.

Se interpreta como el fin del procés, como el inicio del federalismo asimétrico en España y de otras muchas maneras. Pero todas estas interpretaciones tienen en común que son políticas. Pero los problemas que tiene Cataluña no se agotan ni mucho menos en las maniobras de los partidos.

Más allá de los efectos políticos y morales de esta eventual condonación de deuda (para contentar a ERC), lo relevante será el día después. Es decir, que cómo quedará la economía real catalana.

Foto de grupo de los miembros del nuevo Govern de la Generalitat de Salvador Illa

¿Se tomarán medidas para evitar otro aumento de deuda con el Estado? ¿Está condonación será la panacea económica para Cataluña? ¿El presidente Illa tiene pensada una nueva política económica que aumente el PIB catalán para reducir así la deuda en términos relativos?

De lo que interesa al ciudadano de a pie se puede decir que es prácticamente imposible que el Govern del PSC vaya a bajar los impuestos. Así mismo, es igualmente imposible que se recorte por el lado de los gastos porque Cataluña no hace más que crecer demográficamente y el Síndic ya avisó de que la administración actual se queda pequeña.

Sin duda, el Govern de Illa - con Alícia Romero al frente de Economía - tendrá en este punto un reto de grandes dimensiones. 

➡️ Política

Más noticias: