Oriol Junqueras con traje azul, con las manos juntas y un micrófono en la oreja.
POLÍTICA

Oriol Junqueras se transforma y se quita la máscara de 'mosén'

El exvicepresidente del Govern, más cerca de volver a presidir ERC

Fue en enero de 2017 cuando Oriol Junqueras acuñó la expresión de “junquerismo es amor”. Incluso se vendieron camisetas con el lema -ya sabemos el afán del procesismo de monetizar todo lo monetizable. 

En estos años, el exvicepresidente ha querido forjar una imagen de buen samaritano. Inolvidable fue esa entrevista que Junqueras dio a TV3 en la que, no pocas veces, repetía a Vicent Sanchis que él era “una buena persona”. Todo esto le valió el apodo de “Mossèn Junqueras”.

Oriol Junqueras con traje azul y camisa blanca levanta el brazo mientras es aplaudido por una multitud en un evento, con fotógrafos capturando el momento.

Sin embargo, gente cercana a él (o que había tratado con él) tenía claro que esa campaña era puro marketing. Que más allá de vender una imagen de buena persona, Junqueras tenía la misma (o más) mala leche que cualquier mortal. Es más, algunos afirmaban que realmente mandaba con puño de hierro dentro de la formación republicana. 

Este sábado, Oriol Junqueras despejó las dudas que podía haber. En la presentación de su candidatura para volver a presidir ERC, el exvicepresidente de la Generalitat se quitó su máscara de ‘mosén’ y completó su transformación. Demostró que, más allá de si es mejor o peor persona, si tiene que disparar con bala contra sus compañeros de partidos, lo hará. Y, de hecho, lo hizo.

Con un tono contundente, afirmó que se encargará de purgar el partido de todos aquellos que estuvieron involucrados en La B, la estructura paralela que se dedicó a difamar a rivales políticos y también compañeros de partido como él mismo o Ernest Maragall. Arremetió contra ellos en varias ocasiones. La guerra en ERC se libra sin cuartel y Junqueras, tras varios meses callado en un segundo plano, reapareció sin su máscara de ‘mosén’, mostrando así su verdadera cara.

Oriol Junqueras y Elisenda Alamany, dándose la mano en un mitin político con gente de fondo

Será la militancia de Esquerra la decidirá si compra su discurso o no. Si es plausible que él, como presidente de ERC, no supiera absolutamente nada de estas campañas difamatorias. E incluso si es un buen presidente aquel que le montan una estructura paralela dentro de la formación y él no se entera de nada. En cualquier caso, parece que de momento sí que compran el relato. 

Unas 1.300 personas llenaron un teatro en Olesa para acompañar a Junqueras en la presentación de su candidatura, que parte como favorita para el congreso del próximo 30 de noviembre. También sus afines, que llevan semanas manteniendo en perfil discreto, poco a poco van saliendo de la cueva para reivindicar la figura del exvicepresidente del Govern. Entre ellos, Elisenda Alamany. La jefa de filas de ERC en Barcelona culminará su viaje de Podemos al corazón del procesismo y será la secretaria general de los republicanos si Junqueras gana las elecciones internas.

Raül Romeva y su mujer y actual europarlamentaria de ERC, Diana Riba, fueron otros de los dos dirigentes republicanos que acompañaron a Junqueras. Un Junqueras que, a pesar de estar enfrentado a gran parte de la actual dirección (Marta Rovira, Pere Aragonès, Teresa Jordà, Raquel Sans, Laura Vilagrà, Marta Vilalta...), aun cuenta con estos apoyos y el de otros dirigentes como Gabriel Rufián o Joan Ignasi Elena.

➡️ Política

Más noticias: