Primer plano del líder de ERC en Cataluña Oriol Junqueras
POLÍTICA

Oriol Junqueras rompe el silencio tras la crisis de los carteles y recibe como nunca

Ha hecho la clásica maniobra de decir que nadie sabía nada y que se van a depurar todas las responsabilidades

El líder in pectore de ERC, Oriol Junqueras, se ha pronunciado sobre la polémica de los carteles del Alzheimer.

En un texto publicado a varias manos en La Vanguardia, el expresidente de la Generalitat ha hecho uno de sus habituales ejercicios de moderación inconcreta. Y lo cierto es que no se ha salido del guion que tienen los partidos cuando se enfrentan a escándalos de este tipo.

Nadie sabía nada, lo condenamos con firmeza, hay que depurar responsabilidades, etc. Junqueras no ha avivado el fuego ni ha lanzado dardos envenenados. Pero no ha convencido a sus críticos en redes sociales, que le han vuelto a reprochar “el tono aleccionador”.

Redes sociales y carteles

El texto del exvicepresidente Junqueras tiene dos partes. En la primera, teoriza sobre los profundos cambios que la digitalización del mundo ha introducido en la comunicación política. En la segunda, habla sobre los carteles contra los Maragall.

Con respecto a las nuevas formas de la comunicación política, Junqueras no dice cosas muy novedosas. Como todo político, recela de las redes sociales y solo destaca sus evidentes partes negativas (polarización, ridiculización, etc.). La razón de fondo para criticar a las redes sociales es que son incontrolables y trituran cualquier relato impuesto desde el poder político.

Por ello, Junqueras y los abajo firmantes manifiestan su preocupación y hacen recomendaciones. “Urge ser capaces de escucharnos y de situar la pugna política en términos democráticos y de respeto. Hay que apelar al pensamiento crítico, el discernimiento y la inteligencia de los electores. Leéis, instruíos y seréis libres, decían nuestros bisabuelos republicanos”.

Tres personas aparecen en la imagen, Oriol Junqueras y Marta Rovira en primer plano y Ernest Maragall en el fondo, con un cartel amarillo detrás de ellos.

La segunda parte parece un texto diferente. Pasa de condenar las nuevas dinámicas de la comunicación política a hablar de los carteles del Alzheimer. En este punto, tampoco hay novedades y el texto viene marcado por el distintivo estilo Junqueras.

“Estos días”, explica Junqueras, “hemos vivido de manera vergonzosa aquello que la investigación periodística ha destapado: una presunta conchabanza interna en nuestro partido para llevar a cabo campañas de desprestigio deplorables. Unos hechos que nos indignan profundamente y que malogran la reputación de las siglas de ERC”.

Junqueras no se sale de la reacción común entre la directiva de un partido cuando ocurren estas cosas. Lo lamenta profundamente, se preocupa por el impacto negativo a la imagen de ERC y dice que nadie sabía nada. La reacción, en fin, es calcada a la que han tenido otros partidos como PP, PSOE o Junts cuando se han enfrentado a escándalos.

“Estamos convencidos de que ni la secretaria general ni la mayoría de la ejecutiva nacional estaba al corriente de tal conchabanza y de sus actividades, como tampoco lo sabíamos ninguno de los abajo firmantes”, concluye Junqueras.

Marta Rovira y Oriol Junqueras levantando los brazos en un evento al aire libre.

Duras críticas

El mensaje de Junqueras ha encontrado una fuerte oposición en redes sociales. Ya son muchos los votantes nacionalistas que no aceptan las piruetas de Junqueras. Algunas de las críticas parecen escritas por Sergi Sabrià.

“Siempre con este tono moralista, aleccionador y castrador que no es más que autoritarismo disfrazado de aquel quien pretende decidir por encima de los otros aquello que está bien y aquello que está mal (a conveniencia suya y de su partido, claro)”, decían algún usuario.

La reacción ha sido unánime. “Con palabras bonitas ya no convenceréis a nadie”, “siempre has jugado con ambigüedades”,  “la gente te quiere Oriol, ya lo ves”.

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