Junqueras y Puigdemont despiertan de su sueño con Pedro Sánchez
Las necesidades de Salvador Illa pasan ahora por delante de los caprichos de los partidos independentistas
El Consejo de Ministros aprobará este martes la presentación de un recurso al Tribunal Constitucional contra la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para declarar la independencia unilateral en Cataluña. Según El Mundo, la decisión la ha tomado el presidente en persona. Pedro Sánchez necesita ahora marcar distancia con los independentistas y reforzar el perfil constitucionalista del PSC en plena carrera electoral en Cataluña.
De hecho, fue primero el PSC quien presentó un recurso de inconstitucionalidad contra la ILP el pasado jueves. Con esta decisión, el Gobierno avala la estrategia del PSC de marcar las líneas rojas con los partidos independentistas. Pero además, el paso dado demuestra que la caída del Govern y las elecciones anticipadas en Cataluña han alterado por completo las relaciones entre Sánchez y sus socios Junqueras y Puigdemont.
En realidad, la ILP era más una molestia que una ventaja para ERC y Junts, ya que les obligaba a posicionarse sobre la vía unilateral cuando ambos han optado ya por la vía de la negociación. Pero el recurso del Gobierno al Tribunal Constitucional rompe con la sumisión de Sánchez a los independentistas en plena lucha por el poder en Cataluña. Sabe que su futuro depende de la victoria de Salvador Illa, y sus necesidades pasan ahora por delante de los caprichos de Junqueras y Puigdemont.
ERC y Junts pierden su posición de fuerza ante el PSOE
ERC y Junts habían trazado una estrategia consistente en mantener con vida al Gobierno de Pedro Sánchez para así aprovechar su debilidad y poder colar sus exigencias. Esto había sido posible gracias a un frágil equilibrio basado en el intercambio de favores. Junts garantizaba la estabilidad del Gobierno a cambio de la amnistía de Puigdemont, y ERC lo hacía a cambio de que Salvador Illa sostuviera al Govern de Pere Aragonès.
La voladura del gobierno catalán ha roto la sintonía entre socialistas y republicanos, cuya rivalidad electoral en Cataluña pone en riesgo su alianza en el Congreso. ERC ha cerrado la puerta a cualquier entendimiento con Salvador Illa, pero a la vez miran con recelo cualquier acercamiento entre el PSC y Junts. Esquerra teme perder su posición de socio preferencial de Pedro Sánchez, y si los socialistas llegan a cualquier tipo de acuerdo con Puigdemont se verían tentados a romper el bloque de la investidura en Madrid.
En cuanto a Junts, las duras negociaciones de la ley de amnistía habían obligado al PSOE a ir con pies de plomo para no enfadar a Puigdemont. El expresident lo había aprovechado para retorcer sus exigencias, con algún desafío incluido como la tramitación de la ILP sobre la independencia en el Parlament de Cataluña. Una vez aprobada la ley de amnistía, Sánchez quiere demostrarle a Puigdemont quien manda con el recurso a una ILP que tiene más de gesticulación que de importancia efectiva.
Oxígeno para Salvador Illa
El recurso ante el Constitucional es también una bombona de oxígeno para Salvador Illa, ante los ataques de aquellos que le acusan de ser cómplice del procesismo. El socialista sigue defendiendo la amnistía como un paso necesario para la reconciliación. Pero a la vez necesita dejar claro que hay unas líneas rojas que el PSOE y el PSC no cruzarán, y que serán un muro contra cualquier intento de reactivación del procés.
Si hasta ahora la debilidad de Sánchez convenía a Junqueras y Puigdemont, ahora la lucha electoral perjudica a los intereses de los líderes procesistas. Saben que en las próximas semanas el PSOE no hará nuevas concesiones, y por lo tanto no podrán seguir vendiendo su relato de estar doblegando al Estado español. Un ejemplo es el de la ILP, que aunque no tiene tanta importancia para ERC y Junts, sí la tiene para un votante independentista que les puede echar en cara su pacto con quien la lleva al Constitucional.
Y esto es solo el principio, porque las cosas pueden acabar de torcerse tras las elecciones con la política de pactos y el nuevo gobierno en Cataluña. La situación para ERC y Junts podría complicarse aún más si hay elecciones anticipadas en España. Algo nada descartable si Salvador Illa no consigue gobernar en Cataluña, y se confirma la ruptura definitiva de la alianza entre el PSOE, ERC y Junts.
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