La lección sobre Sílvia Orriols que da un exdiputado y senador de ERC

Miquel Àngel Estradé es uno de los políticos históricos de ERC. Quizás de los menos conocidos, pero ha sido alcalde de les Borges Blanques, diputado en el Parlament de Catalunya y Senador por los republicanos en varias legislaturas. Estradé ya no es político en activo y se define en sus redes sociales como "republicano, humanista y escritor".  Servidor lo definiría como una alma libre, sobre todo tras sus últimas publicaciones en redes sobre Aliança Catalana y la relación de la izquierda con el Ramadán. 

El pasado 21 de marzo, Estradé compartía esta reflexión: "Mi opinión sobre Aliança Catalana, ahora que todo el mundo mete cucharada, es que tendrá el voto de gente que no es de extrema derecha, pero están muy cabreados por muchas cosas (radicales de centro) y están hartos de recibir lecciones morales de la extrema izquierda sobre la inmigración". Como es habitual en Cataluña, varios tótems indepes y de la izquierda salieron en tromba contra Estradé. A la vez, mucha gente de la calle le daba la razón y su publicación contó con un millar de 'likes' y casi 450 comparticiones. 

El exdiputado y senador de ERC comprobó la diferencia que existe a día de hoy en Cataluña entre determinado sector progresista, que sigue repartiendo carnets de extrema derecha, y la gente. 

Tres días después, el 24 de marzo, Miquel Àngel Estradé compartía en sus redes otra reflexión, esta vez sobre el Ramadán y Cataluña. "Cuando ya teníamos a Cataluña secularizada (y la religión centrada en la espiritualidad) la extrema izquierda catalana se apunta al Ramadán segregado en nombre de la nueva lucha de clases. Se han cargado el legado de la laicidad y la R Francesa, para volver a la Contrarreforma en versión Halal".

Estradé, pues, se muestra muy crítico en el idilio de la izquierda -sobre todo su partido, ERC- muestra con el Islam y sus representaciones. Hemos visto a Pere Aragonès felicitar el Ramadán, pero no la Navidad, así como concejales republicanos inaugurar centros de culto islamista en Tarragona. En algunas respuestas, el propio exdiputado asegura que no se puede tildar de "racistas o fascistas" a "todos los que les preocupa la ola inmigratoria, por su magnitud y composición". Se trata de un discurso muy difícil de encontrar en la izquierda catalana y que, probablemente, no gustará demasiado a la actual dirección de Esquerra Republicana de Catalunya.