El fallido cierre de Telegram, ¿un intento de censurar decenas de canales libres?

Telegram se queda al final. El mediático juez Pedraz daba este sábado tres horas a las operadoras de telefonía española para que suspendieran de forma cautelar la plataforma Telegram. Se trataba de una decisión inaudita, desproporcionada por muchos juristas y que el magistrado justificaba por un delito de vulneración continuada de derechos de propiedad intelectual. El proceso judicial se inicia por una denuncia de Atresmedia, Mediaset y Movistar por un presunto uso no autorizado de contenido audiovisual. 

Pese al auto del juez Pedraz, Telegram hizo caso omiso y siguió funcionando durante el fin de semana. Este lunes, el mismo magistrado ha revocado su orden hasta que la Comisaría General de Información de la Policía Nacional elabore un informe. Durante el finde semana, muchas organizaciones habían puesto el grito en el cielo por tal desproporcionada decisión. Desde Piratas, pasando por FACUA, hasta el colegio de ingenieros. 

"Es como si se decidiera cerrar completamente una provincia de nuestro país porque dentro del territorio se produjese un caso de narcotráfico o un robo", afirmaba el presidente del colegio de ingenieros Fernando Suárez.

El cierre de Telegram ¿Una voluntad de censurar la disidencia?

El uso de Telegram no está tan extendido como el de WhatsApp. En cambio, es el canal preferido de la denominada 'disidencia', líderes de opinión y medios contrarios al sistema actual y que cuestionan aspectos de la pandemia del Coronavirus, del nuevo orden mundial o de la Agenda 2030. Hay canales, como el de Alvise Pérez, que cuenta con casi 400.000 suscriptores, donde no hay censura alguna, a diferencia de las otras redes sociales.

De hecho, los ya conocidos verificadores, plataformas encargadas de detectar fake news y decirte qué es desinformación, han dedicado artículos los últimos meses asegurando que en Telegram hay un "clan del negacionismo". Newtral afirmaba ya en 2021: "Hace ya tiempo que el valor de la información referente a temas se desplazó de las redes generalistas (Facebook, Twitter.) a otras plataformas como las mensajerías instantáneas (WhatsApp, Telegram), mucho más permisivas con contenidos nocivos por la misma construcción de estos servicios: cifrados y con más control de la privacidad". 

Maldita.es, el otro verificador más conocido de España, asegura que Telegram es "un supermercado lleno de desinformación".  "Además, dado que, como señalan algunos estudios, es extremadamente raro que Telegram cierre un canal por difundir desinformación debido a su bajo nivel de moderación de contenidos los gestores de esos canales saben que sus seguidores siempre podrán encontrarlos allí aunque les cierren las cuentas en otras plataformas", dice Maldita.

Para muchos, Telegram es el único espacio libre para la "disidencia", aquellos actores que son críticos con el sistema. Según ellos, la voluntad de cerrar esta plataforma de mensajería respondería a la intención de silenciar a estos actores, que se escapan del control de los verificadores. De momento, el juez Pedraz ha reculado y no cerrará Telegram hoy lunes. En estos canales del app, se celebra como una victoria propia.