Dos personas en un entorno parlamentario.
POLÍTICA

Orden público e inmigración: Giorgia Meloni marca el camino a Alberto Núñez Feijóo

La primera ministra italiana ha consolidado un modelo éxito en aspectos que ya no son tabú

El Gobierno de Pedro Sánchez pende de un hilo y muchos se preguntan ya cuándo habrá elecciones a las Cortes Generales. Alberto Nuñez Feijóo tiene todas las papeletas para ser el nuevo inquilino de la Moncloa, y empieza a pensar en las líneas maestras del futuro gobierno. El líder del PP ha ensalzado recientemente a Giorgia Meloni por su política migratoria, consciente de que es uno de los temas más urgentes en España.

Dos personas estrechándose la mano en una sala decorada elegantemente con un espejo y una planta en el fondo.

La primera ministra italiana ha jugado un papel esencial en la normalización de políticas ultraconservadoras que hasta hace poco eran estigmatizadas en toda Europa. Feijóo sabe también que España es ahora mismo una excepción en el mapa político europeo, donde dominan los gobiernos conservadores. Y donde se ha impuesto la mano dura con la inmigración, incluso en gobiernos socialdemócratas como el de Alemania.

Por eso el líder de los populares está siguiendo muy de cerca el modelo de éxito implantado por Giorgia Meloni en Italia. Mientras en España siguen entrando miles de inmigrantes ilegales todos los meses, Italia ha conseguido disminuir drásticamente la entrada ilegal en sus fronteras. En septiembre la inmigración ilegal en Italia ha bajado un 70%, en el duodécimo mes consecutivo de reducción de entradas irregulares.

Cómo ha conseguido Meloni frenar la inmigración ilegal

El éxito del modelo Meloni descansa en una doble estrategia consistente en endurecer el proceso de solicitud de asilo y alargar los períodos de detención para los solicitantes. Las condiciones para acceder al asilo son ahora más estrictas, e incluso se han multiplicado los retornos voluntarios y las deportaciones a terceros países. Esto ha provocado lo contrario al efecto llamada: un efecto disuasorio que ha reducido enormemente la llegada de inmigrantes ilegales a las costas italianas.

Además, Meloni está encabezando una operación diplomática orientada a frenar la salida de inmigrantes ilegales en los países de origen. Se trata de una compleja red de ayudas e inversiones en países como Túnez, a cambio de que estos países luchen contra las mafias de tráfico de personas. Así es como Italia ha conseguido bajar un 70% la inmigración ilegal, mientras en España se ha disparado un 155%.

Gracias a este exitoso modelo, Giorgia Meloni ha conseguido algo más importante que es normalizar el endurecimiento de las políticas migratorias. En pocos meses la primera ministra italiana ha pasado de ser el demonio a liderar la diplomacia europea y a ser incluso elogiada por Ursula von der Leyen. Esto allana el camino a Alberto Núñez Feijóo para, en el caso de recibir el mandato de los españoles, iniciar un giro copernicano en las políticas migratorias permisivas del gobierno socialista.

El orden público, otra prioridad

Además de la inmigración, el debate social se traslada también a la seguridad y el orden público. Meloni también es un referente en este ámbito, por su intención de poner en marcha una polémica reforma para convertir Italia en el país más seguro del mundo. Entre otras medidas, propone el endurecimiento del código penal para delitos graves y la castración química para violadores.

Plano medio corto de Giorgia Meloni hablando y alzando su mano derecha mientras mira a cámara

Lo que más polémica ha suscitado ha sido la llamada 'Ley Anti-Gandhi', que castiga con penas de hasta dos años de cárcel los cortes de carretera y las acciones de resistencia pacífica. El ejecutivo italiano prevé crear veinte nuevos tipos penales y aumentar las penas para mantener el orden público. Esto ha generado una fuerte reacción en la izquierda y los movimientos sociales.

Ante los elogios de Feijóo a Meloni, el PSOE le ha instado a que se manifieste sobre la posible aplicación en España de la 'Ley Anti-Ghandi'. El PP no se ha pronunciado sobre ello, aunque la implantación del modelo Meloni en España dependería de los eventuales apoyos que tuviera Feijóo en el Congreso de los Diputados. De momento, los guiños del líder popular a la mandataria italiana muestran un más que posible cambio de tendencia si finalmente hay un cambio de gobierno en España.

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