Montaje con un plano medio corto de Santiago Abascal con cara seria y otro de Alberto Nuñez Feijóo sonriendo
POLÍTICA

El órdago de Santiago Abascal al PP a quince días de las elecciones catalanas

Las palabras del presidente de Vox tras el anuncio de Pedro Sánchez han sentado muy mal en Génova

Los partidos catalanes toman posición en torno a la crisis abierta por Pedro Sánchez a dos semanas de las elecciones al Parlament. El PSC trata de capitalizar la euforia sanchista desatada estos días en la izquierda, mientras los partidos procesistas ponen el acento en la represión para neutralizar el ‘efecto Sánchez’. En la derecha, el PP de Alejandro Fernández se presenta como la alternativa al sanchismo, mientras Vox aprovecha la crisis abierta por Pedro Sánchez para seguir rivalizando con el PP. 

El partido de Ignacio Garriga se encontraba en estas elecciones con un dilema, centrar su campaña en los ataques al PSC y el procesismo, o acentuar la crítica al PP para disputarle la cuarta plaza. Santiago Abascal ha dejado clara su línea en su comparecencia posterior al anuncio de Pedro Sánchez. El presidente de Vox ha centrado su discurso en el PP, pidiendo que rompa cualquier contacto con el PSOE.

“Esperamos que otros se decidan a contribuir en este esfuerzo sin el más mínimo atisbo de colaboración un autócrata enrabietado y desatado”, ha declarado Abascal. De esta forma, insiste en la idea de que el PP hace una oposición tibia a Pedro Sánchez, pactando incluso con el PSOE el reparto de cargos y prebendas. Así pretende presentar a Vox como la única alternativa real del constitucionalismo, con la clara intención de allanar el camino a Ignacio Garriga en la campaña de las elecciones catalanas.

Enfado monumental en el PP por las palabras de Abascal

“En este escenario, es exigible a la dirección nacional del PP que rompa toda negociación, muy especialmente en el CGPJ, y que rompa cualquier tipo de acuerdo con el Gobierno de Pedro Sánchez. Que se sume a la denuncia nacional e internacional que Vox lleva haciendo desde hace muchos tiempo en solitario, y que se comprometa a romper de una vez por todas la alianza vigente entre con el PSOE en Europa”, ha dicho Santiago Abascal. Ha advertido que “lo peor de Sánchez está por llegar”, y que “a nosotros solo nos queda construir una alternativa que sea viable como ha hecho Vox”.

El mensaje de Santiago Abascal ha sorprendido y mucho entre las filas del PP, donde creen que no era el momento de rivalizar entre las derechas sino de poner el foco en la crisis del Gobierno de Pedro Sánchez. Fuentes internas del partido aseguran que Vox ha declarado la guerra abierta al PP, al que consideran que ha metido en el mismo saco que el PSOE. Los ánimos están caldeados en Génova, donde recuerdan a los de Abascal que gobiernan juntos en decenas de municipios, comunidades y diputaciones. 

Además de tildar de oportunista al presidente de Vox, consideran que con sus palabras ha abierto la veda al enfrentamiento directo entre los dos partidos de la derecha en Cataluña. Pero el enfado va más allá, ya que creen que el PP de Alejandro Fernández ha sido muy respetuoso siempre con Vox, a quienes ven como una competencia leal. Gente próxima a la dirección nacional ve más lejos que nunca al partido de Abascal y lanzan una advertencia: el enfrentamiento no beneficia más que al PSOE, pero Vox pierde más que el PP con ello.

¿Hacia una alternativa constitucional?

En Vox consideran fundamental la cita electoral del 12-M para consolidarse como partido del futuro gobierno alternativo al sanchismo. Pero además, quieren que estas elecciones sirvan para relanzar a Vox tras la crisis interna abierta el pasado verano, y los malos resultados en Galicia y en el País Vasco. Además, Cataluña ofrece todas las condiciones para dar altavoz a su discurso, sobre todo en cuanto a la unidad nacional y la seguridad en los barrios.

En cuanto al PP, durante un tiempo ha planeado la posibilidad de una alianza con el PSOE moderado para evitar la alianza con Vox. Pero la Gran Alianza descarrila con la decisión de Pedro Sánchez de quedarse, ya que se abre una etapa aún más sanchista, es decir, más escorada a la izquierda y más beligerante con la derecha. Esto obliga al PP a pensar en la alianza con Vox como la única opción real de llegar a la Moncloa.

En el PP hay amplios sectores que ven la alianza con Vox como el mal menor, pero detalles como el discurso de Abascal ayer complican la reconstrucción de los puentes. Lo que más molesta en el PP es la superioridad moral que demuestra Vox al hablar de ellos, teniendo en cuenta que sacaron 104 diputados más que ellos. Por esto ven difícil un acercamiento tras el 12-M, a menos que Vox rebaje el tono y asumo su posición secundaria.

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