
Open Arms va hasta las costas de Túnez para recoger a decenas de inmigrantes ilegales
Según FRONTEX, las ONGs son cooperadores necesarios en el negocio de los traficantes de personas
La ONG española Open Arms ha retomado su actividad en el Mediterráneo Central con la embarcación Astral, desplazándose desde Badalona hasta aguas frente a las costas de Túnez. Según informaba Rubén Pulido en La Gaceta, el 7 de mayo la organización zarpó para cubrir más de 1.800 kilómetros hasta posicionarse cerca del litoral tunecino. Más concretamente, en zonas muy transitadas por redes de tráfico de personas, como el área próxima a Sfax.
El 10 de mayo, Open Arms navegó a unas 33 millas náuticas de Chebba, una zona que en 2024 ha sido identificada por la 'Iniciativa Global contra el Crimen Organizado' como un punto caliente para las actividades de las mafias. La cercanía de la ONG a este lugar no pasó desapercibida para las autoridades europeas. Desde FRONTEX se advierte que la presencia de organizaciones como Open Arms puede funcionar como un reclamo para los traficantes. Es decir, que intensifican sus operaciones al saber que los inmigrantes interceptados recibirán asistencia garantizada:
Esa dinámica se evidenció el 11 de mayo, cuando Open Arms interceptó una embarcación con más de 50 personas a menos de 60 millas de Sfax. Sin embargo, imágenes difundidas en redes sociales por traficantes bangladesíes mostraban que la embarcación no presentaba signos evidentes de estar en peligro de naufragio. Esta situación refuerza la percepción de FRONTEX, que aseguraba a La Gaceta que muchas de estas travesías se planifican con la seguridad de que ONG como Open Arms facilitarán el traslado de los migrantes a Europa.

La cooperación necesaria de las ONGs
La operación de Open Arms genera un debate tanto ético como operativo. Mientras la ONG patrulla en aguas cercanas a Túnez, donde existen servicios para atender a personas en situación de emergencia, mantiene una constante presión sobre el Gobierno italiano para que les permita desembarcar en puertos italianos. Esta postura no solo ignora la soberanía y capacidad de gestión de los países ribereños, sino que también alimenta un ciclo que beneficia directamente a las redes criminales.
Las autoridades europeas advierten que cada rescate realizado por Open Arms es utilizado por los traficantes como herramienta de propaganda en redes sociales, reforzando la demanda de sus servicios. FRONTEX sostiene que la presencia de estas ONG no disuade a las mafias. Por el contrario, reduce el riesgo percibido por quienes intentan cruzar el Mediterráneo, alentando la continuación de estas peligrosas rutas.
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