
Hermanos Musulmanes, la amenaza islamista con tentáculos en Barcelona
Del terrorismo al proselitismo: el radicalismo islámico aprovecha la tolerancia ideológica para infiltrarse en Europa
En los últimos días, la filtración de un informe oficial del Ministerio del Interior francés ha vuelto a poner sobre la mesa una cuestión que preocupa a varios países europeos. El documento advierte del riesgo que representan los 'Hermanos Musulmanes' para la seguridad nacional.
Aunque este movimiento islámico radical nació en Egipto en 1928, su influencia ha crecido en diversas regiones del continente. En España, y en particular en Cataluña, esta organización ha extendido su presencia con una estrategia compleja y cada vez más sofisticada.
Contexto internacional: Francia y la amenaza de los Hermanos Musulmanes
El informe francés señala que los Hermanos Musulmanes han logrado infiltrarse en sectores culturales, deportivos y sociales, extendiendo su agenda de instaurar la ley islámica. Según las autoridades francesas, este movimiento, que recibe financiación de países del Golfo como Qatar, Kuwait y Arabia Saudita, impulsa una visión incompatible con los principios democráticos occidentales. En Francia, cuentan con unos 139 lugares de culto propios y otras numerosas asociaciones que operan bajo su influencia directa o indirecta.

Además, han desarrollado tácticas para desacreditar a sus críticos mediante acusaciones de islamofobia o racismo, dificultando así un debate abierto sobre su verdadero alcance. Este enfoque, sumado a su flexibilidad ideológica y adaptación al contexto europeo, ha facilitado que la Hermandad gane peso en la comunidad musulmana. Esto ha ocurrido especialmente entre los jóvenes a través de las redes sociales y nuevos predicadores:
La penetración en Cataluña: un territorio estratégico
En España, la realidad es menos visible pero no menos preocupante. Cataluña, con una importante comunidad musulmana, se ha convertido en un foco importante para los Hermanos Musulmanes. Su estrategia, menos evidente y más discreta que en otros países. En esencia, pasa por la creación y el control de organizaciones caritativas, centros culturales y mezquitas que actúan como fuentes de influencia.
Una de las entidades más destacadas en la región es Islamic Relief, una ONG con raíces en Reino Unido pero que opera en ciudades como Reus, Lérida y Girona. Esta organización ha sido señalada en múltiples informes por sus vínculos con los Hermanos Musulmanes. De hecho, ha sido objeto de investigaciones por parte de distintos gobiernos europeos.
Aunque sus líderes niegan cualquier conexión con actividades terroristas, informes policiales españoles la acusan de financiar campos de entrenamiento y apoyar logísticamente a yihadistas. Su presencia en Cataluña coincide con la alarma creciente ante la radicalización de jóvenes musulmanes, en una zona donde el salafismo controla una parte importante de las mezquitas.

Organizaciones y redes vinculadas en Barcelona
El entramado de los Hermanos Musulmanes en Barcelona se extiende más allá de las ONG. Organizaciones como la Liga Islámica para el Diálogo y la Convivencia (LIDCOE), el Centro Cultural Islámico de Clot y la Comunidad Islámica Annour de Ripoll están vinculadas a la Federación de Organizaciones Islámicas en Europa (FIOE), brazo europeo de la Hermandad. Según informes del CNI, el Centro Cultural Islámico de Clot recibió una subvención de 300.000 euros de Qatar, lo que evidencia la conexión con el Golfo Pérsico.
Estos centros no solo sirven para el culto religioso, sino que funcionan como núcleos de difusión ideológica, social y cultural. Y es que, después de los atentados de 2017 en Las Ramblas y Cambrils, la influencia salafista fue parcialmente desplazada por la Hermandad. Su estrategia, pues, se sirve de la caridad y la educación para ganar legitimidad y captar adeptos.
Riesgos y seguimiento policial
La policía española mantiene un nivel alto de alerta antiterrorista en Cataluña, especialmente tras las expulsiones de varios individuos vinculados con el radicalismo. Aunque los Hermanos Musulmanes no promueven abiertamente la violencia, su peligro reside en la construcción de un ambiente ideológico que legitima sus ideas. Todo ello al margen de que fomenta la radicalización a medio y largo plazo.
En este sentido, las autoridades vigilan de cerca las actividades del Centro Cultural Islámico de Clot, su director Salem Ben Amara y el imán Sheikh Mahmud, considerados figuras clave para la extensión de la Hermandad en la región.

La influencia de los Hermanos Musulmanes en Cataluña, en fin, forma parte de una estrategia global de la organización para implantar una visión islamista. Sin recurrir abiertamente a la violencia, busca transformar el marco social y político mediante la acción social. Todo esto es connivencia con la tolerancia de las élites políticas y mediáticas progresistas.
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