Òmnium y la ANC calientan la Diada del 11 de Septiembre
Llaman a la movilización masiva para bloquear el Estado
Hubo un tiempo en el que la Diada del 11 de Septiembre era una jornada festiva para todos los catalanes. Ahora es una movilización independentista que arrincona a más de la mitad de los catalanes y llama a la confrontación con el Estado. Al frente de la ofensiva están las entidades Òmnium Cultural y Assemblea Nacional Catalana (ANC).
Especialmente esta última, que llama a la “movilización” el 11 de septiembre para “exigir el bloqueo de la investidura”. Según Dolors Feliu, presidenta de la ANC, “el 11 de septiembre la ciudadanía tiene que salir a pedir la independencia”. No se conforma con el catalán en el Congreso o la amnistía, y apela a “demostrar que queremos alguna cosa más”.
También Òmnium, entidad cultural alineada con el independentismo ultra, llama a utilizar la Diada para pedir “la emancipación nacional”. Para su presidente, Xavier Antich, el 11-S es una oportunidad de “debilitar el Estado y fortalecernos como movimiento”.
Dos fechas en el calendario
Dolors Feliu (ANC) y Xavier Antich (Òmnium) han participado esta semana uno de los actos independentistas de la Universitat Catalana d’Estiu en el sur de Francia. Los líderes de las entidades han hecho un llamamiento a la movilización masiva para presionar a los partidos procesistas. Dejan claro que una cosa son los partidos, y otra la sociedad civil.
La radicalización de la Diada en los últimos años ha ahuyentado no solo a más de la mitad de los catalanes sino incluso a parte del independentismo. El año pasado, sin ir más lejos, Esquerra y el President Pere Aragonès decidieron no asistir. La presidenta de la ANC ha ironizado diciendo que “no se hacen invitaciones personalizadas”.
Las entidades han amenazado a ERC y Junts con movilizaciones masivas y permanentes en las calles si no bloquean las instituciones españolas. Las primeras citas serán el 11 de septiembre y el 1 de octubre. Dos fechas para marcar músculo y desafiar a las cúpulas de los partidos procesistas.
Desafío a los líderes procesistas
El independentismo llega a la Diada del 11-S más dividido y radicalizado que nunca. El escenario postelectoral del 23-J ha abierto nuevas oportunidades para un movimiento que llevaba tiempo anémico. Al mismo tiempo, ha abierto aún más la brecha entre las cúpulas de los partidos y sus bases.
El reciente acuerdo entre PSOE y Junts por la Mesa del Congreso ha calentado los ánimos de los independentistas más radicales. Puigdemont, hasta hace poco figura intocable, ahora es un “traidor” y un “botifler”. Solo la prensa subvencionada e indepes afines como Pilar Rahola sostienen el relato de los juntaires.
La crisis de confianza en los partidos se ha visualizado con el avance del abstencionismo independentista. Un abstencionismo que ya restó muchos votos a ERC, Junts y CUP el 23-J y que no quiere detenerse aquí. Piden castigar a los líderes procesistas por su traición.
Un nuevo independentismo
La crisis del procesismo ha incentivado también un nuevo independentismo representado en partidos como Aliança Catalana y el Front Nacional de Catalunya. Estas formaciones llevan en sus programas la declaración unilateral de independencia, y propuestas para frenar la inmigración. Fueron los que más crecieron en las últimas elecciones municipales.
Pese al rechazo de una parte del independentismo que les considera la “extrema derecha” catalana, otra parte les ve como el futuro del movimiento. Mientras ANC y Òmnium siguen al frente de las movilizaciones, estos nuevos partidos reclaman también su espacio. El 11-S puede ser también su puesta de largo para competir por el espacio.
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