
Habemos Papam: León XIV, una apuesta continuista para seguir el legado de Francisco
De claros principios progresistas, Robert Francis Prevost es capaz también de tender puentes con los conservadores
Tres fumatas han sido necesarias para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica, el cardenal estadounidense de 69 años Robert Francis Prevost. El 267 Papa ha tomado el nombre de León XIV. Es el primer Papa estadounidense de la historia, aunque ha pasado la mayor parte de su ministerio en Perú.

El agustino Robert Francis Prevost es hijo de un padre de origen francés y una madre de ascendencia española. Ejerció como misionero en Perú, donde vivió 40 años, antes de convertirse en obispo de Chiclayo. En 2023, el Papa Francisco le reclamó en la curia romana para ponerlo al frente del Dicasterio de los Obispos.
Este es uno de los cargos más importantes porque es el encargado de escoger a los obispos de todo el mundo. No hay duda, pues, de que Prevost era un hombre de la máxima confianza de Francisco. Al mismo tiempo coincidía plenamente con su orientación progresista, y es un fiel seguidor de su legado.
Pero al mismo tiempo es un hombre conciliador, capaz de tender puentes con los sectores más conservadores de la Iglesia. Este ha sido el motivo principal por el cual ha sido elegido. En pleno debate sobre la continuidad o la ruptura, el cónclave se ha decantado por una solución equilibrada para evitar los extremos.
Vocación misionera y perfil diplomático
Como prior general de una orden mendicante, Prevost se formó como el Papa Francisco en la vocación misionera. Esto le acerca a su perfil humilde, predicador de la austeridad y del diálogo, así como del acercamiento de la Iglesia a los marginados.
Pero al mismo tiempo, durante su cargo de elector de los obispos tomó contacto con los círculos más conservadores de la Iglesia en todo el mundo. No solo es un profundo conocedor de las entrañas de la Iglesia. También tiene un doble perfil misionero y diplomático, muy propicio en el contexto geopolítico actual.
En su primer discurso desde el balcón de la basílica de San Pedro, el Papa ha hablado de paz, diálogo e inclusión. Ha mencionado la iglesia sinodal, un concepto especialmente incómodo para los sectores más conservadores. Pero también ha recuperado la vestimenta tradicional que el Papa Francisco rechazó.

Son las primeras señales de un Papa que seguirá el legado de Francisco pero que al mismo tiempo quiere acercarse a los sectores más tradicionales. Prevost ha llamado a construir “una Iglesia misionera que construye puentes mediante el diálogo”.
Donald Trump y Pedro Sánchez, los primeros en felicitarle
Donald Trump ha sido de los primeros en felicitar al nuevo Papa. “Es un gran honor que sea el primer Papa americano, qué gran honor para nuestro país. Espero conocer al Papa León XIV, será un momento muy significativo”, ha dicho el presidente norteamericano.
También Pedro Sánchez ha felicitado su elección, deseando que su pontificado "contribuya a fortalecer el diálogo y la defensa de los derechos humanos en un mundo que necesita esperanza y unidad".
Muy significativo ha sido el mensaje de la UE, que ha destacado "el compromiso de la Iglesia con la paz, la dignidad humano y el entendimiento entre las naciones". “Confiamos en que el papa León XIV utilizará su voz en la escena mundial para promover estos valores compartidos y fomentar la unidad en la búsqueda de un mundo más justo y compasivo”, han dicho.
La UE se ha mostrado dispuesta a trabajar con el Vaticano para “afrontar los desafíos globales y alimentar el espíritu de solidaridad, respeto y bondad”.
Los tres pilares agustinos
Igual que el Francisco fue el primer Papa jesuita, León XIV es el primer Papa agustino. Esta orden toma el nombre de San Agustín de Hipona, aunque no fue fundada por él. Surge en la Italia del siglo XII de la fusión de diferentes movimientos eremíticos. La orden les dio una regla común basada en tres principios.
Originariamente los agustinos eran religiosos que se retiraban del mundo para vivir en la pobreza, la oración y la penitencia, y para dedicarse a la contemplación. Las normas de la Iglesia se basan en la Regla de San Agustín, fundamentada en tres preceptos: la vida en común, la búsqueda de Dios y la caridad fraterna. Prevost, ahora Papa León XIV, siempre ha predicado la vida de la misión.
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