Nervios en el procesismo tras el anuncio de Orriols de presentarse a las elecciones

Sílvia Orriols anunció el pasado domingo su candidatura a las próximas elecciones al Parlament de Catalunya. Lo hizo con un vídeo que ya cuenta con más de un millón de reproducciones. 

El 'fenómeno Sílvia Orriols' es una realidad. Y no solamente por el alcance de su vídeo ni por las primeras reacciones que ha generado su decisión. Lo es porque sus competidores políticos, todos del espacio procesista, han decidido salir al ataque contra ella.

En Esquerra Republicana, la principal voz contra Sílvia Orriols está siendo Gabriel Rufián, aunque no es el único. El representante de ERC en el Congreso de los Diputados, con un sueldo de más de 113.000 euros anuales, lleva días haciendo retuit de varios mensajes contra la alcaldesa de Ripoll. Y, tras la publicación del vídeo de la líder de AC anunciando su candidatura, no dudo en calificarla de “fascista camuflada” que “lleva estelada”.

En Junts, ante la posibilidad de que les arañe un buen puñado de votos, también se han sumado a las críticas. Aleix Clarió, asesor de Carles Puigdemont, creyó oportuno meterse con el físico de Orriols. La comparó con Bellatrix Lestrange, una bruja que aparece en las películas de Harry Potter.

Más directas fueron las acusaciones de Aurora Madaula, diputada de Junts y miembro de la Mesa del Parlament en la legislatura que ahora finaliza. La política cercana a Laura Borràs la acusó de “racismo, xenofobia, discurso de odio y aporofobia”, además de poner en duda su independentismo.

Evidentemente, la CUP tampoco es una excepción. David Caño, que ocupará uno de los principales puestos en las listas para el próximo 12-M, afirmó que “avalar Orriols es abrir las puertas a la extrema derecha catalana”. E hizo un llamamiento a “frenar su discurso de odio y exclusión”. No faltó el mítico “no pasarán” para terminar su mensaje.

Estos son solo unos ejemplos de algunos dirigentes o representantes políticos que han activado la campaña contra Sílvia Orriols. Aunque no está del todo claro si los efectos de esta campaña son los deseados por sus promotores. No lo parece, por lo menos, viendo la mayoría de respuestas que han recibido en las redes sociales. 

Lo que está claro es que la líder de Aliança Catalana ha agitado el tablero político catalán. Y ha hecho sonar las alarmas dentro del procesismo, que ve en Sílvia Orriols una amenaza para un espacio político, el independentismo institucional, que en los últimos años se han repartido ERC, Junts y la CUP. Sea porque la ven como una amenaza electoral o por la necesidad de airear su supuesta superioridad moral, la mayoría de ellos han pasado de ignorarla a tener la necesidad de hablar de ella, aunque sea para criticarla. 

Los medios afines, también a la carga

Los medios de comunicación afines al régimen procesista también han redoblado sus esfuerzos para intentar desacreditar a la alcaldesa de Ripoll. Ya hace meses vimos la campaña denunciando la política de empadronamiento de Orriols en su localidad. Una política que, finalmente, se demostró que no incumplía ninguna ley, lo que obligó a estos periódicos a dejar de hablar del tema.

Ahora, vuelven a la carga dejando claro a sus lectores que es una formación “de extrema derecha” y “xenófoba”, aunque Aliança Catalana siempre ha rechazado definirse como tal. En este sentido, el cártel procesista ha pasado de aplicarle un cordón sanitario informativo a hablar de ella en términos despectivos.