Montaje con una imagen en blanco y negro del Parlament de fondo, un primer plano de Junqueras con cara de circunstancias, un plano medio de Rufián cabizbajo rascándose la frante y un plano medio de Pere Aragonès mirando al horizonte
POLÍTICA

Nervios en ERC tras abrirse el debate de la expulsión de delincuentes reincidentes

El acuerdo entre Junts y PSOE ha pillado con el pie cambiado a los republicanos, que han decidido pasar al ataque contra su rival procesista


ERC anda con la mosca detrás de la oreja tras el pacto entre Junts y PSOE por la delegación a la Generalitat de las competencias en inmigración. Más allá de que el Govern ya ha pedido explicaciones a los socialistas para conocer los detalles del acuerdo, en las últimas horas el partido de Oriol Junqueras ha iniciado una campaña para intentar desacreditar a los juntaires y su propuesta de abrir el debate sobre la expulsión de delincuentes multirreincidentes.

Todo tiene relación con lo que ha venido siendo realmente el procés: una lucha entre ERC y Junts por ser la fuerza hegemónica dentro del independentismo institucional. Y, tras ver que los de Carles Puigdemont les han pasado la mano por la cara en el Congreso, los republicanos han decidido pasar al ataque. 

Varios dirigentes de Esquerra han salido a pronunciarse públicamente sobre la cuestión que Junts a puesto encima de la mesa: la expulsión de delincuentes multirreincidentes. Lo han hecho, además, con prácticamente el mismo discurso y en muy pocas horas de diferencia, evidenciando así una estrategia dirigida por la cúpula del partido. Calabria ordena y el resto cumple las directrices.

Oriol Junqueras, presidente del partido, acusó a Junts -sin mencionarles- de "abrazar los discursos de la extrema derecha que criminalizan personas migrantes". Gabriel Rufián reivindicaba que "la izquierda tiene que ser contundente en la denuncia de discursos que vinculan la delincuencia con el pobre y al migrante". Tània Verge decía que vivimos un contexto "de auge de la extrema derecha y de sus discursos de odio xenófobos". También quería decir la suya la diputada musulmana de ERC en el Parlament, Najat Driouech: "Una vez normalizas el discurso de odio, acabas naturalizando y aceptado el relato de la extrema derecha. Así no, Junts".

Esto son solo unos ejemplos de varios rostros visibles de los republicanos que, en cuestión de muy pocas horas, aparecieron en sus redes sociales para apuntar en la misma dirección. Una estrategia que pone en evidencia la intranquilidad que hay internamente en ERC, justo ahora que prácticamente ya estamos en precampaña electoral para las elecciones catalanas. Y es que Junts ni siquiera ha propuesto expulsar a multirreincidentes: básicamente ha pedido abrir el debate y que sea una cuestión que se decida desde Cataluña. Pero los de Oriol Junqueras han decidido pasar al ataque e intentar desacreditar a los juntaires, en una demostración de los nervios que hay en la calle Calabria ante la posibilidad de perder la hegemonía dentro del bloque procesista.

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