Miquel Iceta, la última víctima de los procesistas
ERC veta su candidatura a la presidencia del Congreso
El PSOE negocia con Sumar y los independentistas la conformación de la Mesa del Congreso como primer paso para la investidura. Las presiones de Junts y ERC ya están surtiendo efecto. Tras la renuncia de Meritxell Batet para contentar a los indepes, ahora también cae Miquel Iceta.
El ministro de Cultura y Deportes era el principal candidato a la presidencia del Congreso tras la renuncia de Batet. Pedro Sánchez prioriza a los miembros del PSC para ocupar el cargo. Pero a pocos días para la formación de la Mesa, ERC ha dejado claro que no votará por Iceta.
Los independentistas catalanes no olvidan su papel como jefe de los socialistas catalanes en pleno auge del procés. Iceta se enfrentó duramente con los separatistas y apoyó el 155. Ahora, Esquerra quiere tomarse su revancha.
Objetivo, la mayoría de la Mesa
De nada ha servido que Iceta apoyara la estrategia de la distensión de ERC que llevó a los indultos de los presos del procés. El partido de Junqueras considera que no es el candidato idóneo para ocupar la presidencia del Congreso. Esta es la segunda vez que le vetan, después de que en 2019 frustraran sus opciones de presidir el Senado.
El descarte de Batet e Iceta facilita las negociaciones entre socialistas y procesistas, que ahora se centran en la mayoría de la Mesa. Quieren conseguir cinco de los nueve diputados para facilitar la tramitación de la ley de amnistía. Además, PSOE y Sumar han abierto la puerta a la presencia de los independentistas en el órgano.
Todo va encaminado a convencer al partido de Carles Puigdemont para conseguir su apoyo en la investidura. En el reparto inicial preveían tres de los cinco sillones para el PSOE, y dos para Sumar. Pero ahora uno podría ser para ERC, Junts o el PNV.
La batalla de la Mesa
La fragmentación del arco parlamentario obliga a los socialistas a obtener la presidencia de la cámara sí o sí. Para ello tiene que ceder a las exigencias de los separatistas. Si Sánchez propone a Iceta y ERC vota en contra, se arriesga a que gane el candidato propuesto por los populares.
Con la presidencia del Congreso y la mayoría absoluta en el Senado, el PP podría bloquear cualquier intento de satisfacer las reclamaciones de Junts. Esto pondría en serio riesgo la legislatura de Pedro Sánchez.
De momento ya han entregado la cabeza de Batet e Iceta, y han accedido a que ERC y Junts tengan grupo propio. Ahora surge el problema de la silla vacante en la Mesa del Congreso. Por un lado está la necesidad de hacer un guiño a Junts, pero también al PNV para evitar que puedan verse seducidos por el PP.
La lista negra del procesismo
Los partidos procesistas se han venido arriba con el poder que les otorga la capacidad de bloquear la legislatura. Están dispuestos a hacer valer su posición de fuerza para imponer sus exigencias. Han empezado por pasar cuentas con sus “enemigos” en las filas socialistas.
Meritxell Batet ha sido vetada por impedir la tramitación de un proposición de ley de amnistía presentada por ERC, Junts y la CUP en 2021. Además, no le perdonan que suspendiera a los cuatro líderes del procés de sus cargos de diputado. Sumar se ha sumado al veto a la expresidenta por ser demasiado blanda con los diputados de Vox.
En cuanto a Miquel Iceta, sigue figurando en la lista negra de los procesistas por su etapa como secretario general del PSC. Formó parte del bloque constitucionalista que plantó cara al referéndum ilegal y la declaración de independencia. Los procesistas también le acusan de falta de empatía con los “represaliados” del procés.
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