Envían un preso trans a la cárcel de mujeres y deja embarazada a una interna en España

La Ley Trans fue, sin duda, una de las leyes más polémicas que aprobó el Gobierno de coalición de PSOE y Podemos. Dicha legislación daba pie a que cualquier persona pudiera cambiarse de sexo solamente mostrando su voluntad de hacerlo. Esto hizo saltar todas las alarmas, sobre todo en muchos sectores feministas. Y es que dicha ley permite que se den escenarios que pueden poner en riesgo a las mujeres, ya sea desde un punto de vista de seguridad, jurídico o también estadístico.

Uno de los puntos más polémicos de la normativa impulsada por Irene Montero es la situación en las cárceles. Desde hace años, un hombre que asegura ser una mujer puede ser trasladado a los módulos femeninos de las prisiones teniendo en cuenta “informes de valoración médica y psicológica”. Pero con la entrada en vigor de la actual ley, estos hombres lo tienen más fácil para poder cambiar legalmente de sexo. Y con ello, también es más fácil que puedan pasar historias como las que os contamos a continuación.

Un hombre de origen búlgaro estaba cumpliendo condena en la cárcel de Alicante tras ser considerado culpable de un delito de robo con fuerza y secuestro, según cuenta okdiario. Cuando ya llevaba unos años preso, este reo decidió cambiar de sexo, sin tratamientos de hormonación, sin operaciones y sin hacerlo constar en el registro. Con su proceso de transición de género, pidió ser trasladado al módulo de mujeres de la misma prisión y se le concedió su deseo.

Allí, ya como “mujer”, reveló su orientación sexual lesbiana e inició una relación con otra interna. Esta interna quedó embarazada del preso búlgaro transexual y, a pesar de meditar interrumpir el embarazo, finalmente decidió seguir adelante con la gestación. Ahora, la “presa” que autodeterminó como mujer ya no está en el módulo femenino, siendo enviado de nuevo al masculino, según El Mundo.

Aunque esto sucedió semanas antes de la aprobación de la Ley Trans, la nueva normativa impulsada por el PSOE y Podemos no hace más que aumentar las dudas sobre cómo abordar la cuestión de la transexualidad en las cárceles españolas.