
Reino Unido cierra fronteras
El premier británico ha anunciado el 'fin del experimento de fronteras abiertas'
Reino Unido cierra fronteras. A partir de ahora no solo pondrá coto a la inmigración irregular, sino que también restringirá las vías legales de entrada al país.
El primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado una serie de medidas para endurecer las reglas de inmigración en el Reino Unido. Lo ha descrito como el fin de un "capítulo deplorable" y un "experimento fallido de fronteras abiertas". En un discurso pronunciado este lunes, Starmer expresó su intención de recuperar el control del sistema migratorio británico.

El país implementará nuevas restricciones que dificultarán la obtención de visados para trabajo, estudio y reagrupación familiar. Estas propuestas aún necesitan la aprobación del Parlamento, pero ya han generado un gran debate.
Los defensores de los derechos de los migrantes criticaron duramente las intenciones de Starmer. Le acusan de adoptar un lenguaje similar al de la extrema derecha, en lugar de reflejar los valores tradicionales del Partido Laborista. Según Starmer, las reformas son necesarias para mantener la cohesión social y evitar que el Reino Unido se convierta en “una isla de extraños”.
Miedo a Nigel Farage
La iniciativa llega apenas dos semanas después de que el partido ultraderechista de Nigel Farage experimentara un aumento considerable en las elecciones locales y municipales. Farage, conocido por sus posturas antiinmigración y cercano al expresidente Donald Trump, ha sido un crítico feroz de las políticas migratorias del Reino Unido.
La inmigración se ha tripilicado en la última década. Los ciudadanos de la India se encuentran entre los principales beneficiarios de los visados británicos. En los últimos meses, los estadounidenses también han comenzado a solicitar la ciudadanía británica en números récord.
Estas reformas buscan revertir el aumento inesperado de la inmigración posterior al Brexit. El sistema migratorio que se implementó tras la salida de la Unión Europea fue sorprendentemente liberal. Lo que resultó en un incremento considerable de la inmigración. Sin embargo, al darse cuenta del volumen de las cifras, el gobierno comenzó a restringir algunas de estas liberalizaciones.
Las nuevas medidas proponen que los inmigrantes tengan que demostrar un nivel más alto de inglés para ciertos tipos de visados de trabajo. Además, se amplía de cinco a diez años el tiempo de espera para obtener la ciudadanía. Los empleadores también se verán limitados en su capacidad para contratar trabajadores extranjeros, especialmente en empleos poco cualificados.
10% menos de visados emitidos
La inmigración ilegal ha sido un tema central en el debate político del Reino Unido. Las estadísticas del gobierno muestran que la mayoría de los inmigrantes llega de manera legal. Las reformas propuestas por Starmer afectan a quienes buscan visados de trabajo y residencia.
Starmer también ha propuesto un sistema más estricto para los viajeros que no necesitan visado turístico. UK exigirá que compren una exención en línea antes de abordar vuelos con destino al Reino Unido.
Expertos estiman que las nuevas reglas podrían reducir en un 10% el número de visados emitidos. Aquellos con visados temporales se verán obligados a pasar más tiempo y dinero para renovar sus permisos, lo que podría generar una carga económica considerable para los migrantes.
Aunque muchos británicos apoyan una mayor lucha contra la inmigración ilegal, las medidas de Starmer han sido cuestionadas por algunos sectores de su propio partido. Consideran que el lenguaje utilizado en su discurso es una copia de la retórica de la extrema derecha.
Algunos parlamentarios del Partido Laborista han criticado estas declaraciones, sugiriendo que podrían incitar violencia contra los migrantes. Por otro lado, la oposición considera que las propuestas de Starmer no son suficientes y que deberían tomarse medidas aún más drásticas.
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