Tres personas en primer plano con un fondo de polvo amarillo.
POLÍTICA

8.200 militantes deciden hoy el futuro de ERC y de la política catalana

Oriol Junqueras parte con ventaja, pero la candidatura rovirista y los críticos aspiran a dar la sorpresa

8.260 militantes de ERC están llamados hoy a las urnas para elegir la dirección del partido entre tres candidaturas: las dos oficialistas -encabezadas una por Oriol Junqueras y la otra por el candidato rovirista Xavier Godàs- y la lista de los críticos, con Alfred Bosc como cara visible. La decisión marcará el futuro de ERC, que quiere recuperarse de la peor crisis de su historia reciente, y también de la política catalana, porque están en juego las alianza de gobierno con los socialistas en Cataluña y en Madrid.

Oriol Junqueras encabeza junto a Elisenda Alamany la candidatura Militància Decidim con tres inputs: reconectar al partido con las bases, depurar las responsabilidades de la corrupción interna, y trazar una nueva hoja de ruta hacia un nuevo referéndum. Su candidatura ha sido avalada por dos tercios de la militancia y cuenta con un amplio apoyo de los líderes municipales, lo cual le convierte en claro favorito para la reelección.

Oriol Junqueras y Elisenda Alamany, dándose la mano en un mitin político con gente de fondo

Xavier Godàs y Alba Camps encabezan la lista orquestada por Marta Rovira, que prefirió dar un paso al lado y apostar por nuevos liderazgos. Cuenta con el apoyo de pesos pesados y figuras históricas del partido, pero aunque empezó con fuerza se ha ido desinflando y ahora mismo parte con desventaja. Aun así, esperan dar la sorpresa con un proyecto de renovación, netamente independentista y más crítico con PSOE y PSC. 

Xavier Godàs habla frente a un micrófono mientras sostiene un papel amarillo con personas desenfocadas al fondo.

La candidatura Foc Nou, con Helena Solà y Alfred Bosch al frente, surge del sector crítico con el viejo aparato del partido y se presenta como la única garantía de regeneración. Proponen una revisión de los pactos con PSOE y PSC, y advierten de que si ganan pondrán muy difícil los presupuestos a Salvador Illa. Aunque solo consiguieron 500 avales, podrían concentrar el voto crítico de la candidatura Recuperem ERC que no pasó el censo.

Alfred Bosch, con un lazo amarillo en la solapa, hablando en un podio con el logotipo de la Generalitat de Catalunya, sobre un fondo azul.

En la votación de hoy se proclamará vencedora la candidatura que consiga superar el 50% de los votos. Si ninguna lista lo consigue, se irá a una segunda vuelta en un plazo de 15 días donde se enfrentarán las dos listas más votadas. Esto abrirá la posibilidad de alianzas, y por eso Militància Decidim y Nova Esquerra Nacional están tratando de amarrar el apoyo de Foc Nou en caso de una segunda vuelta.

La militancia frente al establishment

Las negociaciones entre Militància Decidim y Foc Nou estarían muy avanzadas, con la promesa de integrar a los críticos en el nuevo organigrama una vez Junqueras recupere la presidencia. Aunque Foc Nou se reserva de momento sus cartas, no hay que olvidar que hace solo unos meses Helena Solà mostró su apoyo a Junqueras. Los críticos, con pocas esperanzas de ganar, esperan mediante la alianza con Junqueras poder ejercer su influencia dentro de la nueva ejecutiva.

Tras unas semanas convulsas de ataques cruzados con Marta Rovira, Oriol Junqueras optó por la discreción para seguir ampliando sus apoyos. La estrategia ha dado resultado y quienes conocen desde dentro el partido aseguran que el expresidente cuenta con una mayoría suficientemente cómoda para imponerse hoy con más del 50%. Junqueras, el único líder reconocible que concurre en este congreso, se presenta como el candidato de la militancia frente al aparato del partido.

Una nueva etapa en ERC

La fractura interna en ERC empezó con la ruptura entre el expresidente Oriol Junqueras y la exsecretaria general Marta Rovira, y eclosionó con la debacle de las elecciones catalanas. Junqueras presentó entonces su dimisión para que fuera la militancia quien refrendara su cargo, y empezó un proceso de reagrupación de la militancia bajo su liderazgo. Marta Rovira fraguó una candidatura alternativa que se presentó un mes más tarde y que ha ido siempre a remolque de los junqueristas.

Las tres candidaturas quieren abrir hoy una nueva en ERC después de los escándalos de corrupción y un ciclo electoral negro. Se pone a debate la estrategia, con dos modelos confrontados: el de la vieja dirección, consistente en aparcar la confrontación independentista para ensanchar la base social, y el de los críticos, que quieren romper con la izquierda española para reconstruir la unidad independentista. Pero también se pone a debate la reorganización interna del partido, con nuevos mecanismos de democracia interna para subsanar los escándalos que han manchado últimamente al partido.

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