Europa Press Milei va con todo: los cambios históricos que quiere imponer en Argentina
Argentina se enfrenta a una profunda reforma económica y política con su viabilidad todavía en el aire
El presidente Milei continúa con su proyecto de demolición controlada del estado argentino heredado. Después del polémico “megadecreto”, Milei busca ahora aprobar una histórica reforma política. Para hacerlo, necesita algo muy difícil: que el Congreso se lo apruebe.
Milei: todo o nada y rápido
Javier Milei llegó con una promesa de carácter general: proceder a una voladura del Estado todo lo controlada posible. Su proyecto fue (y es) de todo o nada: esto explica la ingente cantidad de derogaciones que ha hecho en menos de un mes. Con el famoso DNU, por ejemplo, Milei desreguló la economía derogando 366 leyes en un mismo día.
Pero dado el nivel de estancamiento de Argentina, esto no es suficiente para Milei. Consciente de ello, avisó de que habría un empeoramiento significativo y transitorio de la situación. Y a tenor de su respuesta a las manifestaciones, parece que no le va a temblar la mano para hacer frente a las protestas.
El presidente Milei continúa con sus promesas de campaña | Europa Press
Pero es ahora, en su tercera semana en la presidencia, cuando llega la reforma verdaderamente profunda: una reforma política. Milei y su equipo tienen claro que las reformas económicas solo tienen sentido si no son obstaculizadas por la estructura política del Estado. Pero esto plantea un problema: que las reformas políticas solo se pueden hacer desde la actual estructura política.
Las dificultades para hacerlo realidad
Para hacer todo lo que quiere hacer, Milei necesita mucho poder y por lo tanto legitimidad. Su maniobra pasa porque se declare el “estado de emergencia pública”, algo que le daría plenos poderes durante todo su mandato. El objetivo es evidente: que el poder legislativo pase del Congreso al Gobierno y, de esta manera, Milei concentre el legislativo y el ejecutivo.
La paradoja es que esto tiene que aprobarlo el actual Congreso y parece muy difícil que lo haga. Su partido solo tiene un 15% del Congreso y necesita entenderse con la coalición de centro-derecha. Si lo consiguiera, Milei hará una reforma política de arriba a abajo.
Para empezar, cambiaría el sistema electoral para eliminar el actual sistema proporcional. Establecería entonces 254 circunscripciones uninominales y eliminaría el sistema de primarias, que es obligatorio. Esto daría paso a un sistema electivo inédito para Argentina.
Por otra parte, pretende endurecer y castigar las manifestaciones violentas. Aumentará las penas de prisión para los que usen armas en manifestaciones y para los que las coordinen. Las penas serán todavía mayores en caso de extorsión a una persona para que acuda a manifestaciones.
A pesar de ofrecer la reforma por los cauces legales, algunos hablan de deriva autoritaria. Por ahora, parece reinar una morbosa expectación ante la “audacia de un hombre de avasallante vocación transformadora”, en palabras de La Nación. El 2024 servirá para saber si Milei consigue hacerse un hueco en la historia.
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