Meritxell Batet repite
La presidenta del Congreso encabezará la lista del PSC por Barcelona
El PSC acaba de hacer público que propondrá a Meritxell Batet como cabeza de lista por Barcelona en las elecciones generales del 23J. “La propuesta se hace una vez finalizado el proceso de proposición de candidatos de las agrupaciones socialistas. La candidatura se presentará a la Comisión Electoral del partido, que se reunirá este domingo, para luego ser ratificada en el Consejo Nacional”, dice el comunicado.
Ante el rápido avance de la derecha en las encuestas, el PSC va a la seguro y vuelve a poner a Meritxell Batet al frente de las listas por Barcelona. La actual presidenta del Congreso encabezó la lista más votada en los últimos comicios (10 de noviembre de 2019) en la circunscripción de Barcelona, ligeramente por delante de ERC.
La barcelonesa fue Ministra de Política Territorial y Función Pública entre 2018 y 2019. El 21 de mayo de 2019 fue nombrada presidenta del Congreso de los Diputados, y en enero de este 2023 anunció que no repetiría en este cargo. Batet ha formado parte durante todos estos años del equipo de confianza de Pedro Sánchez.
Una presidencia polémica
Pero la presidencia del Congreso de Meritxell Batet no ha estado exenta de controversia. La socialista debutó con polémica al permitir fórmulas dudosas en el juramento de la Constitución al conformarse las Cortes en la última legislatura. La flamante presidenta pasó por alto las alusiones a los presos políticos y la república catalana. El PP denunció aquella maniobra, pero el Tribunal Constitucional da ahora la razón a Batet al considerar lícitas aquellas fórmulas para jurar la Constitución.
Meritxell Batet ha sido acusada por la oposición de actuar de forma partidista a pesar del carácter institucional del cargo. Consideran que ha favorecido al PSOE en algunas decisiones. Medios como El Debate llegaron a afirmar que Batet destruyó las pruebas en el Congreso del caso ‘Tito Berni’, el escándalo de corrupción que salpicaba al PSOE.
Así mismo, la presidenta impulsó el cambio de mayorías que beneficiaba a ERC y Bildu, socios de Sánchez, para formar parte de la comisión de secretos oficiales. En una ocasión impidió a un diputado del PP cambiar su voto sobre la reforma laboral. Pero en cambio se enfrentó con el Tribunal Supremo al negarse a retirar el escaño a un diputado de Podemos por propinar una patada a un policía.
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